Bo Derek in person
Creo que voy a hacer una sección que se llamará "El rincón de Milena, la macarra" o "Las macarradas de Milena", donde iré poniendo mis deslices y desvaríos estilísticos. Esas prendas o complementos que, a pesar de no ser demasiado mi estilo y de suponer un desafío al buen gusto (y a pesar de hacer que las Hepburn, Katharine y Audrey, patronas de este blog, se revuelvan en su tumba), sienten una atracción irresistiblemente hacia mí y no cesan en su empeño hasta que me hacen suya. La falda de cuero dorado, las deportivas de plataforma, la chaquetilla de lentejuelas, la chaqueta de leopardo fucsia y un laaaaargo etcétera, que ya os iré contando... Prendas que me hacen cosquillas y que hacen que me relama, desvaríos que a veces se convierten en iluminaciones y desvaríos que se quedan en el fondo del armario hasta que son dados en adopción. En fín, os presento al último, he decidido llamarle "el bolso Bo Derek" por su enorme parecido con la hermosas actriz de mi infancia. Fue ver esos flecos plateados y pensar en las trenzas de Bo balanceándose al ritmo de sus zancadas, y empezar a sentir un extraño cosquilleo en los dedos y la necesidad de juguetear ya con esos hilos de plata. Mi pequeño Bo. Te necesito. Lo vamos a pasar taaaaaan bien.
Te entiendo, Mile, pasa mucho. Yo una vez me compré una camiseta negra de manga larga semitransparente estampada con una diosa de siete brazos de color naranja (¡hazte a la idea!). Creo que me la puse media vez, pero me encantaba encontrármela siempre que abría el cajón (un poco lo mismo que me pasa con los zapatos de tacón, que me encanta encontrármelos y admirarlos, aunque sé, que lo más probable es que me los ponga tan a menudo como la camiseta). Buena semana y muchos besos,
ResponderEliminarAmalia
Milena... no me lo puedo creeeeeeeeeeerrrrrrrrrr!!! hay macarranadas y macarranadas.. pero ese bolso????? ya te lo has comprado??? no lo pueds devolver??? jjeje. Luz
ResponderEliminarHola Luz: no todavía no me lo he podido comprar. Es de mi adorada Stella McCartney y el precio...bueno, digamos que se sale un poco de mi presupuesto...
ResponderEliminarUn besazo.
Milena
Amalia!!!! Recuerdo perfectamente la época de las camisetas con símbolos y diosas indias y mucho color naranja, rollo budista. Yo me compré algo parecido en Custo, pero de color verde con hilos dorados, era inefable...
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Bien expresado...aunque muchos no lo entiendan...pero la realidad en muchos casos - en el mío, seguro - es justamente esa:
ResponderEliminaralgunos objetos - prendas, complementos, etc... - "sienten una atracción irresistible hacia mí y no cesan en su empeño hasta que me hacen" suyo.
No me quejo de esas posesiones infernales - yo el poseído, los objetos los que me poseen -. Caigo en la tentación - a veces, no siempre, le fric c'est chic mais... - sin que nadie me libre del mal.
Y me cuezo, a fuego lento, en un mar de prendas...
La Hepburn americana recalcaba que se llamaba KathArine, no Katherine. Le habrá dolido, en el más allá, verlo escrito con 'e’ en un blog del que es patrona.
ResponderEliminar¡Uuuups! Natacha, tienes toda la razón, siento mucho el error. Gracias por avisarme. Ahora mismo lo corrijo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Milena
Buena noticia: Como yo soy macarra (Milena dixit) tendré un lugar de esparcimiento.
ResponderEliminarAs I walk in the shadows of dark realities... ahí nos encontraremos.
Besos
Jajajja, Soldner, el macarra, es verdad. Nos vemos allí.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno, Gilbert, en mi caso es una excusa...obviamente no creo que los objetos me deseen, mi delirio no llega hasta ese punto, la realidad es que soy sumamente caprichosa y liviana, e intento serlo cada día un poco más, liviana, no caprichosa.
ResponderEliminarUn besote.
Jajaja...ergo los delirios en gente "racional" son lo que deben ser. Besos
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