jueves, 30 de mayo de 2013

¿De qué estamos hechas las tías?



Yiqing Yin es una diseñadora francesa de origen chino, que hace una ropa extraña y sutil y sugerente y frágil, y un poco gótica y enfermiza, muy distinta a todo lo que se está haciendo en general, al minimalismo y bla, bla, bla. A mí, que estoy tan a favor de los excesos (y tan asustada por el mundo súper healthy, puritano, perezoso, cobarde y políticamente correcto al que nos dirigimos de cabeza sin ni siquiera darnos cuenta), solo me gusta el minimalismo en los muebles, y todavía...
En fín, Yiqing Yin hace ropa (foto 2) y ha realizado para la bienal de Venecia, que empieza ahora, la obra de la foto 1. Un panel de organza bordado con hilos de seda que dibujan la silueta de una mujer. No creo que la moda sea arte, pero no tengo ninguna duda de que los que la hacen son artistas. Y de que esta mujer deshilachada, fantasmagórica y terrenal, ensangrentada, desafiante y quebradiza, medio diosa, medio títere, somos nosotras. Habrá que comprar el vestido.

viernes, 24 de mayo de 2013

Lo elijo todo


Sigo apasionadamente la serie "Game of thrones". Cada lunes, me descargo el episodio retransmitido el domingo anterior en la televisión norteamericana. La trama es tan compleja, que hay un montón de cosas que no entiendo (básicamente todos las idas y venidas por el bosque y en medio de la nieve), y tan violenta, que me salto fragmentos enteros para no tener pesadillas luego (y no tener que colarme, a media noche, en la cama de unos de mis hijos). Hace unas semanas, le cortaron la mano a uno de los malos (creo que es malo, pero no estoy segura: en la primera temporada, tiró a un niño desde una torre porque el crío le pilló acostándose con su hermana -creo que era su hermana-, pero ahora creo que se ha medio enamorado de su guardiana, una especie de gigante albina, que le odiaba y que le lleva por el bosque hacia no sé dónde, pero ahora ya se aprecian porque... no sé muy bien por qué... tuvieron una conversación muy profunda en que el malo lloró, pero no entendí muy bien qué pasaba...). En fin, le cortaron la mano, lo cual en esta serie es una minucia sin importancia -cada cinco minutos hacen cosas mucho más terribles- y, encima, se la colgaron al cuello. Así que el pobre tío tiene que pasearse durante todo el episodio con su propia mano colgando del cuello... cada vez más grisácea y seca y arrugada como una pasa.
Y va, y justo ayer, encuentro este collar de la diseñadora Jeanine Payer. Una diminuta mano de plata con un aro de oro y la genial frase de Santa Teresa, "I choose all", "lo elijo todo". Va a ser el lema del verano. Lo presiento.

martes, 21 de mayo de 2013

¿Quién es más viejo?



Por un lado, tenemos al semidios Keith Richards, hace un par de semanas, en un concierto en Nueva York, vestido de pies a cabeza de Saint Laurent (por Hedi Slimane). Por otro, a la persona antes conocida como Nicole Kidman, ayer, en la alfombra roja de Cannes, intentando mirar hacia su derecha y fruncir el ceño, sin que se le rompan todas las costuras y le salgan disparados los mofletes y los alambres que mantienen sus ojos tan abiertos. Keith Richards se ha hecho viejo sin dejar de ser quien ha sido siempre. Kidman ya no se sabe muy bien quien es, pero está claro que ella también está luchando por seguir siendo quien era. Nicole Kidman intenta aferrarse a su juventud. Keith parece aferrarse solo a su guitarra, a su estilo y a las cosas que le divierten. Se llevan más de veinte años, pero está clarísimo quien es el más joven de los dos.

jueves, 16 de mayo de 2013

Los pechos de Angelina Jolie


Si lo he entendido bien, Angelina Jolie se ha quitado las tetas (y se ha puesto otras, lo cual no es muy grave puesto que las que llevaba ya eran, de todos modos, falsas), preventivamente (una palabra nueva sumamente irritante, que sirve para justificar guerras injustas y operaciones a menudo innecesarias), para reducir el riesgo de padecer el cáncer de mama que acabó con la vida de su madre. Y ahora planea quitarse también los ovarios. Y es portada de todos los periódicos del mundo. Y muchos la consideran una heroína. No sé. Si tanto miedo tiene a la enfermedad, lo mejor (y lo más práctico) que hubiese podido hacer, era suicidarse. El destino, ese destino, la enfermedad que nos matará, el coche que nos arrollará, el acontecimiento que nos arruinará definitivamente la vida, no está en manos de ningún mortal, ni siquiera en las de Angelina Jolie. Es de una ingenuidad y prepotencia sin limites, creerlo. ¿Sabes, Angelina? Los dioses antiguos castigaban severamente a los mortales que osaban pensar que su destino estaba en sus manos. Porque al final, nunca lo está. Esa es la gracia. Esa es la desgracia.
La foto: unos pechos de verdad del Vogue francés de este mes. Esperemos que la modelo no se los quite, ni siquiera preventivamente.

martes, 14 de mayo de 2013

Mentiras piadosas


Una de las mayores mentiras piadosas de la humanidad es la de que el tamaño no importa. Como soy una dama, no voy a elaborar más sobre el tema, pero, 1. ¿De dónde creéis que viene la fascinación de las mujeres por los elefantes? 2. ¿De dónde creéis que viene la fascinación de las mujeres por las grúas?   Sí, todo el mundo sabe que nos encantan los elefantes y las grúas. ¿No?
Hay más mentiras piadosas:
1. "Cada año estás mejor, como el vino", que significa, "estás hecha una ruina". Ganas incontrolables de dar un tortazo a la persona que lo dice.
2. "Estás igual que hace 10 años", que significa, "estás decrépita, ¿qué demonios te ha pasado?".
3. "Lo que escribes es muy correcto", que significa, "Lo que escribes es un coñazo o una mierda".
4. "El sexo no es lo más importante en una relación", que significa, "Follar con esta persona es un calvario".
5. "Esos kilos de más te sientan muy bien, se te ve la cara más redondita", que significa, "Estás como una vaca. Corta ya con los donuts".
6. "Estás demasiado delgada", que significa, "Estás perfecta, me muero de envidia".
7. "No es guapa, pero tiene algo", que significa, "es feísima".
8. "No está delgado, es fortachón", que significa, "está gordo".
9. "No es tacaño, pero es cuidadoso con el dinero", que significa, "es un rácano de campeonato".
Y muchas más.
La foto de hoy. Mi taza favorita. Un elefante. Claro.

martes, 7 de mayo de 2013

Cuestión de encaje


No me refiero al encaje entre las personas. A ese "clic" que escuchamos algunas veces en nuestra vida, que significa que estamos, milagrosamente, ante una de las piezas perdidas de nuestro puzzle (no sé si todos somos islas, como dijo no sé quien, pero no tengo duda de que todos somos puzzles, y de que, si tenemos suerte, al final estará completo). Me refiero al encaje, a la blonda, a ese tejido con agujeritos que, bien llevado, te acerca a la primavera, a la piel, a la feminidad, etc, y, mal llevado, te hace parecer la invitada a una boda (la gente peor vestida que he visto en mi vida, la he visto en las bodas, es como si todos nos volviésemos locos). En fin, me gusta el encaje. Mucho. La sutileza, la ligereza, la transparencia, son guays en todo: en la ropa, en los hombres, en los libros, en las amigas. Está un poco pasada de moda, la sutileza, pero casi todo lo que me gusta lo está: la virilidad, la compasión, los excesos, la buena educación, el honor, etc... Cada día soy más como una abuela. Ya. En fin. Mi abrigo negro de encaje (de algodón, de la India, comprado en la tienda del barrio) va con todo, abriga y desabriga a la vez, está lleno de agujeritos por los que pasa el aire y los ojos, y es un poco princesa y un poco mendigo, como yo. Bueno, y ahora voy a seguir buscando mis piezas.


jueves, 2 de mayo de 2013

¿Para qué sirven las orejas exactamente?


Me pone de bastante mal humor que me coman la oreja. Nunca me ha parecido nada erótico. Me hace cosquillas, me entran ganas de echarme a reír, o de dar un manotazo a la persona en cuestión, para que vaya en busca de mi nuca o de mi boca o de donde sea, menos de las orejas. No me gusta que me las babeen, ni que me las soplen (nooooooooo), ni que me las hurguen (oh, nooooooooo!!!), ni nada más allá de dos o tres besos y/o mordiscos, en la parte externa. Y sin embargo, no ignoro que existe toda una erótica de la oreja. Complicada y sofisticadísima. Pero debo de ser un poco palurda, porque no la comparto. En el último (e interesantísimo) libro de la gran Marcela Iacub, cuenta su affair con Dominique Strauss Kahn y como éste le echa una especie de aceite tibio en la oreja y luego se la come durante horas, para éxtasis de los dos. Bueno, pues me parece genial, pero no es "my cup of tea". También cuenta como el tío le acaba arrancando un pedazo de oreja (yes) en un arranque de rabia-pasión. (Todas las perversiones tienen sus riesgos. Yes). Y el disgusto de ella por no poder llevar más pendientes (eso sí que lo entiendo perfectamente)... Bueno, al menos yo no corro el riesgo de perder una parte de la oreja en la cama (sangre por todas partes, las sábanas, la boca, ¡qué desbarajuste!). Algo es algo. Todo este rollo, para enseñaros mi nuevo (viejo) pendiente... El del cartílago (el otro es un aro de plata sencillo de Agatha). Es de la gran Chelo Sastre. Lo había tenido de muy joven, y lo perdí (supongo que se lo debió de tragar algún novio), y el otro día, me acordé y, de repente, no pude vivir ni un minuto más sin el pendiente. Llamé a Chelo, y le quedaba uno. ¿Os gusta?