Este es el pastel que encargué la semana pasada para mi cumpleaños, merengue rosa (pero no cualquier rosa, sobre todo no un rosa pastel, si no un rosa palídisimo, súper delicado y ligero. Y la capa de merengue tenía que ser muy fina y con filigranas en el borde). Y este es el magnífico vestido que presentó esta semana en París, Sarah Burton, la sucesora de Alexander McQueen al frente de la firma que lleva su nombre. Al verlo, pensé: "Claro, es lógico, esto demuestra que Sarah y yo estamos en la misma onda (ya, claro). Mi tarta es la versión pastelera de este vestido extraordinario." Yo no soy de las que consideran que la moda es un arte, pero creo realmente que este vestido es una obra genial. La ligereza, las ondas, el color, la forma, la gasa, las plumas... Este vestido deja atrás a la mayoría de los vestidos bonitos que he visto en mi vida, y mezcla casi todos los elementos que amo: la sutileza, el rigor, la arquitectura, la feminidad, la infancia, las nubes, los dulces, las flores, la magia, la autenticidad, la bondad, la extrañeza, el viento, el misterio, la calidez, la fuerza, la gracia, los sueños, la luz. A veces, la moda es un asunto muy serio.
Feliz fin de semana, queridos.
Me encanta esta entrada tan delicada, tan mágica y tan ESPECIAL! Felicidades atrasadas. Un abrazo fuerte y unas risas, A
ResponderEliminarHola Ana:
Eliminar¡Qué bien saber de ti! Vamos a comer un día!
Un besazo.
Con retraso, muchas felicidades. ¡Ojalá siga divirtiéndote escribir en el blog!, por mi parte estoy segura de que me encantará seguir leyéndote. Gracias.
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias.
EliminarUn beso grande.
La clave es el título de esta entrada. Sí. Un vestido puede ser tan delicioso como un pastel...e incluso añadiría que mucho más duradero.
ResponderEliminarLa clave está en la contemplación y en todo el proceso de creación que la provoca. Las formas, el equilibrio, las líneas que lo definen, el espacio que recortan a su paso - ese que no se ve: hay prendas que lo invaden todo, que se hacen un hueco...otras en cambio se esfuman en lo anodino.
Hay una definición sencillamente genial en El Diablo que viste de Prada. En esta escena Meryl Streep, tan extraordinaria como siempre, explica con claridad de qué se está hablando...y de qué hablan vestidos así. Simplemente abren caminos.
Y esto es serio. Atención a Meryl...atención.
http://www.youtube.com/watch?v=1LVptO7o4L8
Conozco la escena que dices, es muy buena. A mí tampoco me gusta que la moda se considere algo banal.
EliminarUn beso.
Es indudable que un vestido y un pastel pueden hacerte sentir idénticos estímulos. Desde luego a mí, últimamente, me crean el mismo efecto: cuando veo dulces me da por contar calorías (vacías) y si veo ropa hago la misma operación pero con el saldo de mis cuentas (vacías) :-)
ResponderEliminarJajajaja. Hay que contar lo menos posible...
EliminarUn beso, Raúl.
Es sobre todo muy femenino: ningún hombre osaría ponerse encima algo así.
ResponderEliminarPero esa no es su principal virtud, que no es otra que la tolerancia. ¡El vestido es un monumento a la tolerancia!.
Y de esto entiendo, que mi ciudad está llena de los monumentos a la tolerancia que nos van dejando los alcaldes que van pasando.
PS. Nosotros a los pasteles de ese tamaño los llamamos tartas. Somos así de vulgares.
Un beso,
Soldner; no creo que sea un vestido para ponerse. A mí me parece una pieza magnífica, pero ni me planteo si me lo pondría o no. Me parece una propuesta muy excitante, muy novedosa y a la vez muy consciente y respetuosa con el legado de McQueen. Y sí, es muy femenino, muy tarta de fresa, pero la visera negra que cubre los ojos de la modelo sugiere que no es esa la principal intención...
EliminarUn beso, querido.
Fantástico, Milena. Quedamos un día para comer y celebramos la llegada de la primavera!!! Ana
ResponderEliminarvaya pues están los dos para comérselos un beso
ResponderEliminarNo debo dejar sin comentar lo mejor del post: "... y mezcla casi todos los elementos que amo: la sutileza, el rigor, la arquitectura, la feminidad, la infancia, las nubes, los dulces, las flores, la magia, la autenticidad, la bondad, la extrañeza, el viento, el misterio, la calidez, la fuerza, la gracia, los sueños, la luz.". Me encanta que seas así (virtual, eh). Añadiría, la entereza, el valor, el compromiso, la responsabilidad, el pundonor, la simpatía, la belleza, la responsabilidad, ........las mujeres, je.
ResponderEliminarFelicidades!
Soldner: soy un puro desastre. Te lo aseguro. Pero muchas gracias. Y sí, claro, la entereza, el valor, el compromiso, la responsabilidad, el pundonor: todo cualidades en vías de extinción y que me encantan. Como la simpatía.
EliminarUn beso.