...o por qué está bien que las chicas nos subamos a unos tacones de vez en cuando. No creáis que es porque tenga dudas sobre mis maravillosos zapatos nuevos, nooooooooo, nada de eso. Pero últimamente he oído a bastantes amigas comentar que uno de sus objetivos del otoño (a parte de cambiar el mundo, intentar que nuestros hijos adolescentes se duchen y que nuestros hijos pequeños coman) es volver a llevar tacones. Incluso hemos pensado en organizar un grupo de práctica, tipo workshop, los jueves por la tarde. Empezaremos sentaditas e iremos subiendo de nivel: caminar por la calle con zapatos de tacón, llevar las bolsas de Caprabo, el bolso de mano de Loewe y los niños, con zapatos de tacón, bailar con Steve Mcqueen con zapatos de tacón, subir a toda prisa las escaleras de casa con zapatos de tacón porque hay un incendio y hemos de salvar nuestro otro par de zapatos de tacón que nos ha costado un ojo de la cara, etc. En fin, para las que todavía tengan dudas: mirad la foto 1 con zapatos de tacón (no muy alto) y la foto 2 con mis geniales Quoddys. Lo que importa no son los zapatos, son las piernas, y lo que los tacones hacen con las piernas. Capisci? Pues eso, hoy que es fiesta (una fiesta absurda, pero fiesta al fin y al cabo), a practicar. Yo no voy a poder porque tengo muchas cosas que hacer, pero prometo que mañana, o como muy tarde, el fin de semana, empiezo.
Por Dios yo quiero un espejo así, a ras de suelo...Me apunto al workshop...pero mejor como espectador...me apunto para el baile aunque no sea Steve Mcqueen...Y discrepo en un pequeño detalle my dear...hay piernas que por mucho zapatos que se lleve seguirán siendo...eso, piernas para mantener el equilibrio...no equilibrio de formas puro...No sé por qué pero las piernas de las mujeres ME FASCINAN...el poder de seducción de unas piernas bonitas per se y por la acción de los zapatos me dejan...OUT...
ResponderEliminarBy the way...ME GUSTAN TUS PIERNAS!!!!!! ( lo tenía que decir...y no creo que sea mérito exclusivo de tus zapatos...ejem...que el mérito es de tus santos padres por haberte dibujado así de bien...)
¿Me habré equivocado de barrio o sólo siento nostalgia de mi otra vida?
Oh, Gil! Pero qué mono eres!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEl espejo vale dos pesetas, es de Ikea, vamos el día que quieras.
Besos.
¡Qué curioso! Puestos, los Quoddys -o como se llamen- no me parecen tan feos... Yo creo que los zapatos hay que verlos puestos, por muy bonitos que sean contemplados como objeto escultórico.
ResponderEliminarEn fin, besos a punto de emprender el vuelo hacia una ciudad del norte, con mi capita de tweed en la maleta.
P.
Ah!!!! Ves, P.!!!!!!! Mujer de poco fe!!!! Oh, capita de tweed y ciudad del norte...¡qué envidia!
ResponderEliminarBuen viaje. Beso.
Milena muy bien lo de practicar poquito ya que lo de los tacones es una verdadera tortura. Jejejej Gil... un espejo a ras de suelo es simplemente un espejo que no ha sido colgado!!!. Yo tengo dos colgados, otro a ras de suelo y otro más , chiquitín, claro, en el bolso!!!. Mile: -que Gil está enamorando de tiiiiiiiiii!!!, hace días que lo intuía, pero hoy lo digo. Besos mil. Luz.
ResponderEliminarSí, son las piernas no los zapatos, de las mujeres claro. En una película Truffaut decía algo asi como que las piernas de las mujeres son el compas que mide el mundo. Cierto. Pero la perspectiva de la foto no es la adecuada: con tacones altos en movimiento y alejándote, por favor.
ResponderEliminarMuy guapo o muy divertido tendrías que ser, querido Soldner.
ResponderEliminarBuenas noches.
Querida Luz:
ResponderEliminar¡Me encantan las mujeres que llevan un espejito en el bolso!
Gil es, entre otras cosas, un hombre felizmente casado (algo muy raro, pero que a veces ocurre).
Un besazo.
No, no, Luz...falló tu intuición esta vez (¿es la intuición estrictamente femenina?¿sólo las mujeres poseen ese llamado sexto sentido? no no no...más bien creo que hasta hace poco muchos hombres se paseaban por el mundo sin prestar la atención debida al entorno, a los indicios...me niego a creer que se trate de algo genérico, genético).
ResponderEliminarSi entre todos los espejos tienes uno que simplemente no está colgado, intuyo que tus piernas se reflejan en él...los cambios de perspectiva visual aportan sorpresas agradables, imágenes inesperadas. La gente suele verlo todo desde el mismo punto de vista.
Se trata de luz, Luz, la que desprenden algunas personas. Y Mile desprende luz. Si un día te sientas en un café y te pones a observar a la gente verás como siempre hay alguien - tiempos difíciles, lo sé, la gente está muy apagada - que desprende luz. Basta un gesto, una sonrisa, una mirada.
Tú lo tienes más fácil...te llaman por tu nombre y apareces. Seguro que en la noche no hace falta darle al interruptor. Hay presencias que se notan, no gracias a la intuición, sino porque llenan el espacio.
Reuno las condiciones. Doblemente.
ResponderEliminarBuenos días.
En ese caso: buenos días.
ResponderEliminarAisssssss... como me gusta leerte Gil, lo que ha dado de sí mi (mala)intuición. De todos modos no es incompatible estar casado y estar enamorado de otra persona (dicen). Felicidades por estar felizmente casado!!! Cuídate y cuídala mucho. Yo estoy felizmente sola, con mis churumbeles, claro, pero eso es otra cosa... es decir que preferiría estar felizmente acompañada.
ResponderEliminarMile, entre tu y yo: no llevo espejito en el bolso pero quedaba bien al escribirlo. Supongo que hay poesía y a veces un poco de ficción en lo que escribes, y yo también dejo que mis dedos bailen y escriban cosas por su cuenta.
Solder... quieres un video? jijiji. Kissses mil. Luz.
claro que si, Miss piernas.
ResponderEliminar¡Pero que hombres más poco galantes tienes por aquí! solo les falta decirte "tiaguena" y a hay que ver lo que largan.. con lo bien que lo saben decir todos, con los ojos.
Coincido con que las Quoddys no están nada mal puestas, porque de perfil si que son difíciles si.
ResponderEliminarEl otro día leí tu columna en "S" de El país y por eso he descubierto tu blog, porque coincido ampliamente en el descubrimiento de la elegancia con Cruella de vil. En mi caso mi madre ponía su cara de desesperación ante mis suplicas de llevar tacones al colegio, eso pasó hace mucho y ahora me doy el lujo de llevar tacones y lucir unas piernas de mujer en toda regla cuando no voy con demasiada prisa, y me encanta.
Mi nombre es Inés, que lo de anónimo es muy creepy..
Felicidades por este blog!
Querida Luz:
ResponderEliminarSí, claro, la escritura es esconderse y desvelarse.
Un beso.
Hola Anarkasis:
ResponderEliminarSí, este blog de moda es un poco atípico... Pero, de todos modos, siempre se acaba hablando de otra cosa, ¿no?
Un beso, eres muy gracioso.
Hola Inés:
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu mensaje. Creo que fuimos muchas las que descubrimos el glamour con Cruella. Bueno, la madrastra de Blancanieves tampoco estaba mal, ¿no?. Y sí, a veces es genial vestirse de mujer, y a veces es un rollo.
Un beso.
Pues hoy en el trabajo me he puesto a dar pasos de baile en mitad de la oficina...¿Why? Pues porque me apetecía...
ResponderEliminarHa sido divertido ver algunas caras de sorpresa...
Porque "estar" feliz (en mi humilde opinión la felicidad es un estado, no un ser) depende de "ser" uno mismo, prescindiendo de lo que piense...
...EL RESTO.
PS: por dios qué bien se baila con unos prada nuevos...y si los veo en un espejo a ras de suelo ya me da algo...
PSBIS: estar felizmente casado y estar enamorado de persona distinta no es compatible con mi forma de ser...O estoy casado con A y enamorado de A, o estoy enamorado a secas de A, o no estoy ni casado ni enamorado porque A no se cruzó por mi camino.
Pero casado con A y no enamorado de A, o casado con A pero enamorado de B...como que me provocaría un cortocircuito emocional intolerable...
Pero también puedes estar enamorado y feliz con A y B. Es cuestión de organizarse.
ResponderEliminarTodos nacemos en Arcadia, pero lamentablemente la felicidad no depende únicamente de nosotros. Ahora bien, solo los pesimistas creen que es una fata morgana. Entre los que no me encuentro. Felizmente.
Ciertamente la felicidad no depende únicamente de nosotros, pero es emocionalmente bastante más rentable hacer que en la medida de lo posible no dependa de los demás en su totalidad.
ResponderEliminarUno escucha muchas veces eso de "no me hace feliz"...¿No me hace feliz? Pero ¿qué significa no me hace feliz? ¿Culpando al otro? A lo mejor es que el "no me hace feliz" esconde un "no soy capaz de "ser" feliz...lo que puede leerse como "no soy capaz de ser yo mismo". Hay que tener valor para formularse la pregunta a la respuesta que conocemos perfectamente. Porque al final se trata de eso, de formularse las preguntas adecuadas.
Soy un empírico por naturaleza, de ahí que a día de hoy puedo estar enamorado de A, pero no de B al mismo tiempo. Felizmente...No es cuestión de organización, es cuestión de energías. Pero como no me ha ocurrido nunca no esgrimiré el manido "a mí no me ocurriría eso jamás". A fecha de hoy, desde luego, no.
Miento: puedo estar enamorado de A, de B, y de C.
Si por A entiendo "Prada"
Por B entiendo "Massimo Alba"
Por C entiendo "Dior"
Juro que en este caso sería feliz con los tres al mismo tiempo, y me sobrarían energías...felizmente...para ese tipo de enamoramientos, no tendría problemas para enamorarme del abecedario entero.
Hola Soldner:
ResponderEliminarSí, todo es cuestión de organizarse. Yo, que soy la persona más caótica del mundo, lo sé bien.
Un beso.
Gil:
ResponderEliminarCreo que voy a abrir otro blog en plan consultorio sentimental, se llamará: "Del armario al diván" o "De los zapatos al corazón hay un pequeño trecho" o algo así... ¿Qué te parece?
Un beso.
Lo "del armario al diván" es un titulo genial but qué haríamos sin los cuchicheos entre ropa?
ResponderEliminarHay que ver lo que dan de sí unas Quoddys ;)