Esta mañana, en el cole, mi amiga Amelia ha protestado un poco por el tono levemente descreído de la última entrada (y de los subsiguientes comentarios) y me ha dicho que a ver cuándo hablo de los amores eternos, que ella hace 19 años que está con su marido y sigue enamoradísima. No, no, no, no, no, Amelia, estás equivocada conmigo. ¡Yo creo absolutamente en los amores eternos! De hecho, he tenido varios. En serio. Muy eternos. Los amores eternos son mis amores favoritos. Los otros son lo más parecido a comerse un bistec. Lo cual está bien, a veces puede apetecer mucho comerse un bistec, pero es solo un bistec. Un bistec es un bistec es un bistec, como decía Gertrude. Bueno. Algunos "consejos" sobre los amores eternos:
-Es preferible que uno de los dos miembros de la pareja esté ya en la eternidad. Eso facilita enormemente la convivencia y evita el desgaste cotidiano. Y para el día a día, ya están los bistecs.
-Es preferible que uno de los dos miembros de la pareja sea rico, o que haya intereses materiales (casas, etc), genéticos (hijos) o sociales en común. Eso hace que el umbral de la paciencia aumente considerablemente.
-Los amores eternos son hereditarios. Si uno proviene de un amor eterno, es más probable que lo sepa replicar. Si uno proviene de una casa de locos apasionados, es más difícil.
-Con la edad, aumentan las posibilidades: como cada vez nos queda menos eternidad, cada vez hay más posibilidades de que logremos aguantar a nuestro amor eterno hasta el final físico. Después, como ya he dicho, empieza lo fácil, amar a un muerto.
-Buscarse un amor eterno de cine. Yo, por ejemplo, sé que amaré eternamente a Ryan Gosling, lo sé y punto. Y cada vez que veo sus bíceps en mi salvapantallas, siento aumentar mi amor eterno.
¿Ves, Amelia, como sí que entiendo perfectamente lo que son los amores eternos? ¡Uffff, no aguanto los malentendidos!
Juas juas juasssssssssssss!!! Ets la pera!!!.
ResponderEliminarMe encanta!!!...
Mira yo pensé ayer según íbamos comentando que Gilber y su hermano, por ejemplo, estan casados y felizmente casados... Que tú y to, por ejemplo... Por tanto es como bien dices : viene de familia y yo casi-casi que me atrevería a decir que es genético. Ce la vie... Luz
Con el encantamiento he escrito tu y to en lugar de tu y yo. Excuse-me.
EliminarNunca hay que perder la esperanza. Y, ten cuidado con lo que deseas...
EliminarUn beso.
Se me olvidó decir que tuve dos amores eternos!!!... Y quiero otro ahora hasta la eterna eternidad... que me queda cada vez menos. Besuskisssss Luz
ResponderEliminarah... y a ser posible que esté vivo!!!
EliminarHija, es que tú pides mucho...
Eliminar.con tanto amor eterno .es posible que te desequilibres .es de entender con esos biceps, pues .como decía R.Magrit Esto no .es una pipa, No .es una pipa.
ResponderEliminarYa que los amores eternos no son ropa de quita y pon, al menos en términos de verdad lógica. Pero, podrían ser moda. Los amores eternos están de moda, hasta que dejen de estarlo, pero este no .es un blog de moda en contra de lo que habíamos afirmado.
¡¡ves?!! ¡ya me estoy desequilibrando con los biceps de ese muchacho!, (mecachisss, ¡como está de bueno!)
Jajajaja, Anarkasis, estás como una cabra!!!!!!!!!! Los amores eternos son un clásico, siempre estarán de moda, si algún día dejan de estarlo, será que ya todo se ha ido al carajo.
EliminarUn besote.
¿Bistecs para el día a día? Por tus huesos y tu delicada piel pecosa, Milena, solomillos, nada de bistecs, que los bistecs salen a veces más duros de lo deseable y se acaban rápido. Solomillos, comme il faut, bien tonificados, en su punto de cocción, vivos por dentro, morenos por fuera, de esos que te hacen salivar si esfuerzo cuando los ves en tu.................
ResponderEliminar....plato.
Lo eterno no se mide en tiempo, valiente contradicción, pero es así, porque como se mida en tiempo, eterno puede ser el aburrimiento que genera también.
- "Uno de los miembros en la eternidad"...bueno, como unos zapatos deslumbrantes que lo prometieron todo sin abrir la boca...el tiempo los da de sí...los pies de uno se resienten y también cambian...pasan de moda...resultan molestos e incluso algo cargantes. Al final los metes en una caja y les das puerta, o salen caminando por su propio pie -y por el bien propio y ajeno - en busca de otros pies. Claro, el recuerdo de los primeros tiempos es imborrable...pero ya no te aprietan al caminar.
- Desconfío de las herencias. Todas las herencias generan derechos y obligaciones, bienes y deudas. No soy nada determinista, aunque mi coronilla me indicase lo contrario hace tiempo (chato, tú serás uno de esos a los que una tal Milena se referirá en su blog de moda: una amenazadora y brillante coronilla bajo la luz de una farola). No, si al final entendí ayer por qué algunos decidimos cruzar la calle y cambiar de acera.
- La edad. Baila, maldita, baila sin descanso. Mencionar ese tema a estas alturas. Ya nos has fijado con tus agujas entomológicas de punzantes palabras en el escaparate de la eternidad. De los que eran pero nunca fueron. Así nos aguantan, clavados en muda protesta, con un vistazo de buenos días y un "apaga la luz" de buenas noches. Pues eso: "amar a un muerto". Ya me veo como Carmen Sotillo velando a Mario ad eternum...aunque solo sean cinco horas...o las cinco líneas que restan antes de enviarme por la www.
- Amor eterno de cine. Pues sí, Monty mío, eternamente en blanco y negro, eternamente guapo y sin desgaste. Claro que cuando le quieres echar mano no hay queja, pero tampoco respuesta. ¡Ah! los amores eternos no son los que duran. Son los que a veces se echan de menos. Son los que se recuerdan.
Gilbert querido: me ha ENCANTADO tu comentario, por valiente e inteligente. Un beso.
EliminarMuy bueno Gilbert, muy bueno...esos amores que recordamos siempre...eternamente....
EliminarBises à tout les deux!
Carlos
Gilbert... yo además de echarlo de menos y recordarlo -ya tengo muchos recuerdos- quiero poder tocaaaaaaaaarlo!!! besosssssss.Luz
ResponderEliminarUn día...cuando menos te lo esperes...y si no, cómete un solomillo...están muy ricos...;-) besoss
EliminarLuz: claro, esto es la primavera que ya está empezando a alterarte la sangre, es normal. En agosto, con el calor de Barcelona, la mera mención de un bistec te dará ganas de vomitar. No te preocupes.
EliminarUfff, que apuro!!! No sé qué decir, la que he liado. Pero si no había ningún malentendido!!!!! Bueno, gracias de todos modos por el buen rato que he pasado leyendo. Un beso y que acabes de pasar un feliz miércoles.
ResponderEliminarHola Amèlia: pero si ha sido muy divertido!!!! Y además, tenías razón
EliminarUn beso grande.
Gilbert y Milena... asiassssssss... pero estoy "jartita" de filetes!!! Ahora quiero comida casera y tranquilidad que ya tengo unos añitos.... Bsossss.
ResponderEliminarAmèlia, tranquila... que aquí nos lo pasamos muy bien con estas cosas. Luz
Las mujeres comenzaron a ser desgraciadas cuando decidieron casarse por amor; más o menos a mitad del siglo XX.
ResponderEliminarTampoco es que en siglos anteriores fueran dichosas (qué palabra) pero tenían tenían motivos más variados para ser infelices.
Y es que, además de los proyectos de decoración, lo que verdaderamente hace eternas a las parejas son los intereses.
Aciertas y comparto, ese alegato de la pasión amorosa bien entendida.
Como siempre, muchos besos.
Soldner, querido: no fueron las mujeres las que decidieron empezar a casarse por amor, fueron los tíos, de hecho el romanticismo es un invento de los tíos. Sois tan tontos como nosotras, así que no me vaciles.
ResponderEliminarEn cuanto a la pasión amorosa, todavía no he hablado de ella en este blog.
Un besito.
Milena, querida: pues claro que los hombres somos tan tontos como vosotras, de hecho comenzamos a serlo antes, con en el romanticismo, como dices.
EliminarPero no éramos desgraciados; esa es la diferencia.
Muás
Ah, es verdad! Los varones a lo largo de la historia siempre habéis sido felices y nunca habéis sufrido de los esquemas sociales.
EliminarUn beso.
Y los amores eternos son maravillosamente complementarios, los dejas pasar en el momento apropiado sin necesidad de explicaciones. Es un arte que se va dominando con el tiempo.
ResponderEliminarBesos :)
Todo es fugaz, y lo eterno es un espejismo que te ayuda a caminar. Nada es eterno, todo renace de diferentes formas, incluso lo carnal se reinventa y te sorprende.
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