Los trajes de novia. Todo un tema. Una de las razones por las que no me he casado. Hay más, of course. Mis padres no se casaron (entre ellos, quiero decir, se casaron con otra gente) y por lo tanto, en mi código genético no está el deseo de casarse. Recuerdo los ojos de estupor de mi hermano pequeño cuando yo le contaba que éramos bastardos y que tarde o temprano acabaríamos en un orfanato ("sí, Néstor, sí, acéptalo, somos bastardos"). En fin, dejando de lado las razones genéticas, que yo creo que son siempre muy poderosas, tengo muchos reparos con los trajes de novia. El traje de novia se escoge con otra mujer (la madre) o con una amiga. Y tengo la sensación de que, en realidad, normalmente es una traje no pensado para el novio, pensado para las otras mujeres. Jamás he oído a ningún hombre decir que le encantan los trajes de novia. Y es un poco raro, ¿no? ¿No sería mejor vestirse en función de la persona que nos va a desvestir esa noche? Bueno, y todo este rollo es porque este fin de semana se casan unos amigos míos y deseo que sean muy felices. Y también porque otro amigo me mandó hace unos días esta foto de Bianca Jagger con Mick el día de su boda. Se casaron los dos con el mismo traje, lo diseñó Yves Saint Laurent y el de Bianca era con falda. Es un traje mítico: la chaqueta masculina sin nada debajo, la pamela super femenina con velo y flores, el pelo suelto, ni una joya... Creo que es mi traje de novia favorito de toda la historia (tengo mucha curiosidad por ver cómo se casa K.Moss). En fin, se me ha ocurrido una idea: ¿por qué no, a partir de ahora, el anillo de compromiso lo elegimos nosotras y el traje de novia ellos? Me parece mucho más sensato.
Feliz jueves, queridos.
Milena, tienes que ser amiga mía. Tengo que ser amiga tuya. Sí quiero. ¿Quieres tú? ;D
ResponderEliminarOlga: sí quiero. ¿Cena? ¿Cuándo?
ResponderEliminarPetons.
He asistido a muchas bodas, a tantas que al final, cuando pude celebrar la propia, respiré tranquilo sabiendo que no tendría que ver un traje de novia que admirar con mirada bastarda, ni un velo que retirar en busca de unos labios impacientes y temblorosos.
ResponderEliminarPorque no puedo recordar, mal que les pese, un solo vestido de novia que me haya provocado el pasajero deseo de dejar de ser novio para pasar a ser novia. Y espero que no me lean todas esas queridísimas amigas a las que adoro y a cuyas bodas asistí secretamente para bailar hasta la extenuación y tomarme unas cuantas copas de champagne - lo siento en el alma de la tierra que me vio nacer, pero es que el cava sólo consigue cavar una neurálgica fosa en mi sesera -.
Me gusta ese vestido de Bianca Jagger, ese pecho glorioso, natural, sereno, que se ve, se intuye y reposa en el reverso de la solapa. Eso es erotismo, y lo demás son fantasías propias de compulsivos consumidores de viagra.
Y contestando a tu pregunta: no sé para quién se visten las novias...es más: no sé por qué las novias se visten de novia. Con las maravillas que hay por ahí esperando ser elegidas como las prendas de un día particular - no feliz, simplemente particular, aunque el día de mi boda lo recuerdo como un día particularmente feliz -, no entiendo bien esa obsesión por vestirse de blanco.
Porque anda que no hay colores en el arco iris, aunque eso sí, para gustos los colores, aunque ellas elijan, o se sientan obligadas a elegir, lo cual es más triste, casi siempre el blanco, que puestos a ser puristas, no es ni tan siquiera un color.
Y hablando de colores, my dear, el color del café es negro ;-)
Besos
Hola Gil:
ResponderEliminar¡Yo tampoco soporto el cava! Pero el blanco cada día me gusta más. Y me ENCANTAN tus entradas.
Un beso grande.