lunes, 8 de octubre de 2012
¿Qué hay que robarles a los hombres?
- El abrigo. Puesto que ellos nunca tienen frío (creo que nunca en mi vida he oído a un tío decir que tiene frío).
- El postre. Porque sabe mucho mejor cuando no lo has pedido tú, y porque si quieres sacar de quicio a un hombre (al parece, soy una experta en la materia, un día escribiré una entrada), una de las formas más rápidas y eficaces es comiéndote su postre.
- Las manos en los bolsillos. Es más chic. Es más cool que ir arrastrando un bolso lleno de caramelos sin envoltorio y barras de labios a medias.
- Los zapatos planos. Con zapatos planos podemos ser gacelas, con tacones somos flamencos (el animal).
- El reloj de pulsera. Los masculinos son siempre más bonitos.
- La camisa. En una mujer, una camisa de hombre siempre es sugerente, siempre funciona.
- La bufanda. Las de hombre son más sobrias, más grandes, más envolventes.
- El corazón. A ellos no les sirve para nada, solo para dárnoslo.
Feliz lunes, queridos.
La foto: mi abrigo masculino de APC.
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Yo tengo un abrigo de un novio (que me pongo, inconsciente y poco chic que es una, ya ves...)y un reloj de otro (que no me lo pongo porque no me gustan los relojes, aunque ese sí). A cambio ellos se llevaron mi corazón!!! QUE ES BROOOOOOOOMA!!! Yo también me quedé con un trocito de los de ellos. Luz
ResponderEliminarJajajajja. Dar el corazón a cambio de un abrigo y de un reloj es darlo muy barato, ¿eh? De todos modos, el corazón (aunque lo des, aunque te lo roben) normalmente se recupera.
EliminarUn beso.
Uffffffffff (debía haber puesto : "en cambio ellos" en lugar de "a cambio". Pero lo sigo teniendo enterito, sí, y creo que más grande, jejje. Na nit. Precioso el texto que te dedica Gil. Bona nit
EliminarSí, tengo unos fans-amigos fantásticos...
EliminarUn beso.
No hace falta que me robes nada.
ResponderEliminarTengo frío pero te cedo mi abrigo.
Me encanta el dulce pero toma mi postre. Si te sientes culpable compártelo conmigo. Si no, me pido otro.
Mis manos en los bolsillos. Las tuyas con mis manos - en los bolsillos -.
Mis zapatos no te irían...y ya sabes que por mis zapatos MA-TO.
Mis bufandas...tengo cien millones. Sírvete tú misma.
El reloj...mejor no digo nada que en esta vida -casi- todo es cuestión de tiempo.
El corazón...es uno. Ya te hice un hueco y ahí sigues.
Besos
¡Oh, Gil! ¡Qué bonito! Muchas gracias.
EliminarUn besazo.
Milena: en mi proximo viaje a Barcelona me gustaria conocer a ese hombre que te escribe tal lindo
ResponderEliminarUn abrazo
Bibi
Bibi, querida: veo a Gilbert muy de vez en cuando. Nuestra amistad es esencialmente a través del blog. Pero ya organizaremos algo cuando vengas...
EliminarUn beso.
Holahola.
ResponderEliminarMuy bueno, muy divertido. A men connoisseur.
Somos felices, pero gracias a vuestra benevolencia. Lo digo en serio; si quisieráis podríais volvernos locos con poco esfuerzo, (algunas lo hacen).
Solo nos tortura no ser queridos.... pero somos tan difusos, tan volubles.... hay tantas. Perdón.
Besos
Jajajajjaja. Sí. Y tantos...
EliminarUn besito.
con los tacones, flamencos o payasos, y puestas a elegir, si nos dan el corazón, para qué queremos todo lo demás (aunque es verdad, el abrigo es precioso), espero anhelante tu entrada sobre cómo sacar de quicio a los hombres
ResponderEliminartu estudiante fiel :)
eva
Sí, con el corazón es suficiente.
EliminarYo nunca quiero sacar de quicio a los hombres, se sacan solos...
Un beso grande.