La sociedad cambia y yo, que me paso el día dando vueltas y mirando a las musarañas, soy un testigo de excepción. Algunos de mis últimos descubrimientos sobre la evolución demográfica y sociológica de la sociedad:
Los pijos:
Tengo la sensación, seguramente disparatada y debida a que hace años que dejé de tratarlos, de que los pijos están en vías de extinción. Por eso, en vez de irse a Paris a comer hasta reventar y a visitar prostíbulos como hacían nuestros bisabuelos, hacen tanto footing y tanta bicicleta, comen tantas barritas energéticas y hablan con voz cada vez más desvaída (cuando hablo con uno de ellos por teléfono, siempre tengo la sensación de que está al otro lado del mundo o en otro siglo, la voz suena lejaaaaaana y floja), porque se dan cuenta instintivamente de que están desapareciendo y creen que haciendo maratones la cosa se solucionará.
Los señores:
Tipología masculina que surgió a finales del siglo XIX y tuvo su punto álgido a principios del XX. Quedan algunos. Pocos. Los que conocí se caracterizaban por la buena educación, cierta socarronería mal disimulada, la afición a las mujeres y la alegría de vivir que suele suscitar el no haber tenido nunca problemas de dinero. Tenían la elegancia de arruinarse con ese misma alegría (by the way, la elegancia se demuestra en los momentos cutres: cuando te quedas sin dinero, cuando la vida se te tuerce, cuando te abandonan o te pones enfermo, no en los cócteles, ni en las fiestas, ni al borde de las piscinas de Pedralbes). Vivían intensamente. Sabían vestir y tardaban 5 minutos en vestirse. En Barcelona quedan 2.
Tipología masculina que surgió a finales del siglo XIX y tuvo su punto álgido a principios del XX. Quedan algunos. Pocos. Los que conocí se caracterizaban por la buena educación, cierta socarronería mal disimulada, la afición a las mujeres y la alegría de vivir que suele suscitar el no haber tenido nunca problemas de dinero. Tenían la elegancia de arruinarse con ese misma alegría (by the way, la elegancia se demuestra en los momentos cutres: cuando te quedas sin dinero, cuando la vida se te tuerce, cuando te abandonan o te pones enfermo, no en los cócteles, ni en las fiestas, ni al borde de las piscinas de Pedralbes). Vivían intensamente. Sabían vestir y tardaban 5 minutos en vestirse. En Barcelona quedan 2.
Las mujeres: somos los hombres del futuro. No soy feminista, pero siempre que quiero encontrar algo de sensatez, de valor, de humildad, de inteligencia, de arrojo, me dirijo a una mujer. La mayoría de los grandes hombres que conozco son mujeres. Hillary (y todas las críticas que suscita entre los miles de hombre asustados) no es más que la punta de un iceberg gigantesco.
Resumiendo: los pijos languidecen, los señores desaparecen y las mujeres seremos los hombres. Ahora solo falta que ellos decidan lo que quieren ser.
Feliz miércoles!
PS: La foto: Un hombre
Resumiendo: Qué lujo. Gracias por volver al blog
ResponderEliminarMagnífica entrada!!! Siempre tuve muy claro que nosotras somos y seremos mujeres-hombre sin perder nuestra esplendorosa feminidad! Y hombres como el de la foto .....quedan muy pocos, pero alguno todavía queda!!! Besos a ti y a tus narraciones.
ResponderEliminarSer, no ser, dejar de ser o no haber sido nunca lo que creían ser.
ResponderEliminarLa elegancia, tan esquiva para la mayoría. Quiero creer, insensato de mí, que esa no se deja escoger. El otro día me crucé con la tercera persona más elegante que he visto nunca : un joven violinista en el metro. Está claro que era un elegido. Tan escasos y tan reconocibles a la vez.
Recuerdo una escena de Nelly et Monsieur Arnaud. Emmanuelle Béart (Nelly) atendiendo a una clienta en una panadería para sacarse un sobresueldo. Tan elegante su gesto, tan inolvidable cuando la clienta pide, ella asiente y va en busca de la baguette. Me fui. Es lo que tiene escribir en un móvil en el metro...
Y sí, Albert, un hombre, otro elegido.
Gilbert! Welcome back! Qué bien que vuelvas a estar por aquí. Mi blog sin tus comentarios no es mi blog. Un besote.
EliminarComentario general: me gusta mucho como escribes y tu sentido del humor. Tu último libro también me encanta. Sigue escribiendo, please!
ResponderEliminarqué bueno..
ResponderEliminarBuenísimo tu comentario.
ResponderEliminarA mí me pasa como a tí, siempre me dirijo a una mujer, o a varias si hace falta; menos a Hillary, que es un fenómeno local. No veo el iceberg, los estadounidenses felices y tranquilos están eligiendo tipologías presidenciales: Hillary después del negro, y tras ella posiblemente una vaca de Wyoming.
Jajajajajaj ¡Pero qué bruto eres! Pues a mí me hizo mucha ilusión que ganase Obama y me hará mucha ilusión si gana Hillary, lo de la vaca me da más igual...
EliminarUn beso.
Buenos días Milena y a todos los que lean este comentario:
ResponderEliminarTe he descubierto con el libro "También esto pasara"andaba buscando libro para mi pareja para Sant Jordi, y mira lo vi en un escaparate de una librería de Sant Andreu, y establecimos la primera comunicación.
El libro es una borrachera de adjetivos identificable con muchas cosas personales, en parte me arranca muchas risas tu rica forma de expresion y las situaciones inverosímiles que la vida nos pone a prueba.
Lo nuestro es un enamoramiento amistoso( como el que tienes con Sofia), así que te mando un beso( amistoso).
Hola! Me alegro mucho de que te haya gustado!
EliminarUn beso grande.
Hola,
ResponderEliminarMe encantaron los libros de memorias de tu madre y cuando me regalaron tu novela "También esto pasará" pensé que se habían equivocado pero la que estaba equivocada era yo. He disfrutado muchísimo con tu estilo directo, las descripciones y los adjetivos. Se me ha hecho corto. Quiero más! Con tu permiso, hoy cuelgo un post acreca de él. Espero con ganas el siguiente. Besos
¡Oh, qué bien! Me alegro. Muchísimas gracias. Un beso grande.
EliminarTu escritura me devuelve la sensación ansiosa de volver a casa. Pura sensación. Subrayo. Y sigo.
ResponderEliminarSoy una humilde escritora argentina que está por editar su segundo libro. Es ensayo autobiográfico. Seria muy feliz si pudiese enviártelo. Para compartir y si tenés ganas participar del prologo. Tenés un mail donde te pueda escribir? Violeta
Tu escritura me devuelve la sensación ansiosa de volver a casa. Pura sensación. Subrayo. Y sigo.
ResponderEliminarSoy una humilde escritora argentina que está por editar su segundo libro. Es ensayo autobiográfico. Seria muy feliz si pudiese enviártelo. Para compartir y si tenés ganas participar del prologo. Tenés un mail donde te pueda escribir? Violeta
Querida Violeta: gracias por tu mensaje. Desgraciadamente estoy liadísima y no tendré tiempo de leer tu manuscrito (pero hay un montón de personas con talento, editores y agentes, que se dedican profesionalmente a eso y que seguro estarán encantados de hacerlo). Te deseo muchísima suerte. Un beso grande.
EliminarTe has olvidado de los progres. Consulta con Pilar Rahola, que anda muy preocupada...
ResponderEliminar....no me jodas, Milena !!!, para decidir lo que quieren lo hombres ya estamos nosotras,... ¿Vuelves pa liberarlos?, pero si esto iba de ropa, y Hillary viste fatal, pero ¿tu la viste?
ResponderEliminarJjajajajajajajajajjaaj. ¡oh!!!!!!! Qué bien que hayas vuelto!!!!!!!
EliminarUn besazo.
Tienes toda la razón!!!
Jajajajaja, los pijos no hacen maratones, los pijos hacen "trail". Te lo dice una que corre maratones pero aborrece las barritas energéticas y el enaltecimiento al deporte como único tema de conversación.
ResponderEliminarSensacional lo de que la elegancia se demuestra en los momentos cutres.
Y ellos... que vayan decidiendo.
¡Ah, "trail"! Ok.
EliminarUn besote.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarEstimado amigo:
EliminarGracias por su mensaje. Me alegro de que le gustara la foto. La chaqueta es de Stella McCartney, una diseñadora británica que me gusta mucho. El libro lo puede comprar en Amazon, supongo. Un saludo cordial.
Milena por favor , lee mi comentario completo. Gracias
EliminarAbel Espil
Querida Milena:
ResponderEliminarMe acaba de alegrar la mañana comprobar que tienes un blog donde podré leerte cada vez que publiques y donde, además, tengo la oportunidad de darte las gracias. ¿Por qué? Por haber escrito “También esto pasará”. Aún no lo he terminado, me quedan treinta y siete páginas, pero es que no quiero hacerlo, quiero demorar la llegada de ese final. Bueno, no sé, lo terminaré hoy y volveré a empezar. O haré lo que me pide el cuerpo: abrirlo al azar tontorrón y leer frases que se me han clavado en el alma. Creo que queda un poco afectado eso, en fin, ya me disculparás...torpezas de un idioma que no siempre es un aliado. O no es, al menos, un aliado capaz de expresarse con mayor normalidad. Insisto, Milena, muchas gracias por ese libro. ¿Sabes (y es tan verdad como que estoy tecleando esta pregunta tan simple que sólo es un verbo)? Yo estuve en Cadaqués una vez solamente, más o menos durante una hora, el tiempo que duró un café. Y sí, también en tu libro encontré una respuesta para aquel flechazo: “amaría Cadaqués aunque lo hubiese visitado sólo una tarde”.
Por otro lado, ya que entro en el blog, vengo a confesar que mi médico es médica, mi jefe es jefa y mi odontólogo es odontóloga (única, por cierto y sirva de homenaje, que me ha quitado el miedo a ese maldito sillón). Tuve un profesional masculino, un podólogo, y hace tiempo que lo he abandonado. Y en ello estoy, buscando una podóloga que me permita continuar el camino con tranquilidad o, acaso, con cierta comodidad.
Un saludo.
Qué bueno eso de que los grandes hombres que conoces son mujeres. Aquí también, de toda la vida. Y me encanta la foto de ese primer hombre tan valeroso, criado por dos mujeres, y por el profe del Nobel, claro.
ResponderEliminarBesín, MilenaquetehasidodelFB
Ay, Milena, que acabo de enviar un mensaje aquí sin identificarme, soy un desastre pero no un anónimo. María, de Gijón, del FB, hablamos hace poco. Muchos besos. Que te sigo por aquí, eh.
ResponderEliminarHola Milena, esta semana, en el Club de Lectura de la Universidad de Córdoba (España), leemos tu libro
ResponderEliminarhttp://www.uco.es/cultura/forolectura/index.php?board=2.0
Saludos y gracias por escribirlo
Tenía ganas de engancharme a un blog de nuevo. Me dispongo a leer tu novela. Me gusta tu sencillez aunque tengas prendas de Stella McCartney ( presumo) Pero no ser feminista es como decir que eres racista, no crees? Una mujer que no es feminista suena como " no empatizo con el dolor que las mujeres sufren o han sufrido por el mero hecho de ser mujer" Un poco cruel. Pero tú sabras, claro. Un saludo.
ResponderEliminarHola Milena, no he leído todavía tu libro pero pienso hacerlo porque he visto la entrevista de la 2 y me ha encantado tu forma de expresarte, inteligente, tan emocional y con sentido del humor. Muy divertido lo de la foto en la librería con tu hijo... muy emocionante toda la entrevista... tanto que la he tenido que volver a ver.
ResponderEliminarSaludos
Hola!! Yo lo acabé anoche, tengo la costumbre de leer con la radio de fondo, anoche con Onda Melodia, justo en la última escena sonaba la canción I missing you, de John Waite!!!! vaya de Oscar!!! Lo curioso, la casualidad....fué que una de las canciones que sonaron despúes fué la de The Clash!!!! Hasta las canciones te dicen...También esto pasará!!!! Por cierto!! Felicidades por el libro...a mi me a encantado!!!
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