La camisa hawaiana. Una de esas prendas súper peligrosas y comprometidas, que más vale no ponerte, si no las tienes todas contigo (hay prendas que son caídas libres, o resultan magníficas o te estampas sin remedio). A principios de temporada, juré y rejuré que esa tendencia no pasaría por mi cuerpo. Pero claro, como soy una tía
martes, 24 de abril de 2012
¿Quién es una mujer de palmera en pecho?
La camisa hawaiana. Una de esas prendas súper peligrosas y comprometidas, que más vale no ponerte, si no las tienes todas contigo (hay prendas que son caídas libres, o resultan magníficas o te estampas sin remedio). A principios de temporada, juré y rejuré que esa tendencia no pasaría por mi cuerpo. Pero claro, como soy una tía
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Querida Milena, yo también necesito palmeras. Ayer estuve un buen rato probándome sandalias en casa y pantalones pirata y un gorro de paja. Todo muy deprimente con la piel blanca y las arrugas del calcetín en las piernas, pero después de toda la operación una cosa me quedó clara: que ya iba echando de menos el verano y los vestidos que dejan correr el aire entre las piernas.
ResponderEliminarCon esta nueva sabiduría bajo el brazo me he vuelto a vestir de oscuro, con una gabardina blanca. Como si quisiera ser Audrey Hepburn cuando llegó a Roma y todo debía parecerle de lo más chic y nostálgico. Así que ya ves, unas en Hawaii, consistentes con su estado de ánimo, y otras en Roma sin saber muy bien por qué.
Pero si quieres reconciliarte con la camisa hawaiana no se me ocurre mejor forma que volver a ver 'Los descendientes' atentamente. Matarás dos pájaros de un tiro: reconciliarte con la camisa de palmera y puesta de sol y con Clooney. (By the way, hay cosas que decir sobre Clooney; a mí resultaba un poco estúpido y sonriente, y cuando supe que su mascota era un cerdo y que además le encantaba contárselo a todo el mundo lo borré definitivamente del mapa. Pero después de estar en Hawaii con él me ha ido gustando más. Tal vez porque en esa película sonríe poco y no hace de pillo. Pero Clooney para otro día, que ya estoy llegando al Coliseo.)
Las gabardinas blancas son lo máximo. Pero tan tan tan difíciles de llevar. Me encantan.
EliminarNo me gustó nada "Los descendientes".
Un beso grande.
En mi caso me pongo una prenda así y:
ResponderEliminar1 - Se rompen todos los espejos de mi casa o funden a negro, que es lo mismo.
2 - Se rompen los vidrios de mis gafas cuando busco mi reflejo.
3 - Se cierran los párpados a cal y canto.
4 - Se retraen las retinas para encontrar la oscuridad definitiva.
Y, en el caso de que por algún milagro pagano consiga ver mi cuerpo enfundado en algo así, me caigo, sí, en caída libre, por el agujero de Alicia, sin perseguir a conejo alguno...
...hasta llegar al centro de la Tierra...e ir más allá...lo mismo merece la pena...¿saldría escupido por el volcán Kilauea?
Entonces, y solo entonces sí valdría la pena...
con un pareo...tomando el sol...en playas hawaianas solitarias...sin escualos...y nadar como la vida me trajo al mundo...
Jajajja. Sí, los hombres con camisa hawaiana no son buena idea...
EliminarUn beso.
En Hawai llueve todos los días a menos cuarto. Tu verás.
ResponderEliminarEso sí, coincido contigo en que ùna camisa hawaiana solo se puede llevar sonriendo; sobre todo para coincidir con quien esté a tu lado.
Me gusta más de negro y con la gabardina que dice tu amiga. Y por Roma además. Mmmmmmmmmm.
Besos
Sonreír es de buena educación. Hay gente que no sabe.
EliminarTengo grandes dudas sobre un conjunto negro con gabardina blanca encima, pero seguro que a Clara le queda genial.
Un beso.
Y seguramente a tí también.
EliminarYo soy muy blanca, si me visto de blanco, desaparezco...
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