lunes, 11 de julio de 2011

¿Se puede tropezar dos veces con la misma piedra?

                                                     Mis zapatos nuevos

                                                     Mis zapatos viejos

El verano pasado, cuando estuve en París, me enamoré, unas horas antes de coger el avión de regreso a Barcelona, de unas deportivas de Isabel Marant color beige gris, bastante macarras (cierres de velcro, plataforma, lengüeta enorme), menos en el precio. No suelo llevar deportivas y no soy demasiado macarra (aunque I do my best), pero tuve un flechazo y lo seguí. En la tienda, me dijeron que las habían puesto a la venta hacía diez días y que ya estaban prácticamente agotadas (yo dije: "Oui, Oui" y pensé: "Estas tías me están tomando el pelo"), pero al cabo de un mes, se habían convertido en los zapatos de moda. Tardé bastante en ponérmelas, pero cuando me las puse, ya no me las volví a quitar. Misteriosamente, unos zapatos que en la mano eran unos zapatones, una vez puestos resultaban femeninos y a la vez rock & roll. Han sido mis zapatos del invierno, están destrozados y los adoro. Me irrita un poco la ropa que hace Isabel Marant (algún día tenemos que hablar de eso), pero estas bambas son geniales. Y la buena noticia es que las ha vuelto a editar para esta temporada. Exactamente el mismo modelo pero en otros colores. Me las he comprado en negro. Me las pondré con vestidos, no solo con tejanos como las de color beige. La respuesta a la pregunta del título: Sí, ¿por qué no? Supongo que es un signo de madurez comprarse temporada tras temporada la misma prenda. Menos si la prenda piedra es un hombre, claro.
Feliz lunes, queridos.

5 comentarios:

  1. Superado el calor que me da tu entrada de hoy, querida Milena, te contesto sí, sí, sí, es un signo absoluto de madurez repetir la misma prenda año tras año. Como lo es llevar la prenda hasta que se cae a trozos (los Todds, los jerseis de cachmere, un abrigo-capa de Armani, las bufandas de Bel...) Y al inverso es, creo, con los hombres: si repites muchas veces con el mismo...Iba a escribir 'señal de que no maduras', pensando en mí; pero me he quedado pensando, en otras que lo hacen, y ahora ya no lo sé. ¿Si repites con el mismo hombre no puede ser como con una prenda, que acertaste y te sigue gustando y por eso repetir tiene todo el sentido del mundo? (Lo que tiene 'todo el sentido del mundo' en principio es de maduros, ¿no?)
    Racionalmente funciona, como con los Todds o las botas de Isabel-me-Irrita-pero-hace-unas-bambas-Geniales, per por alguna razón el razonamiento me deja un vacío incómodo y triste. No es lo mismo con los hombres que con los jerseis, no...Voy a pensar en ello hasta dónde me permita el límite con el abismo. El momento es siempre delicado en cuanto a hombres y los qe elegimos. Dicen tanto.
    Un beso!

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  2. Querida Clara:
    Repetir con el mismo hombre puede ser maravilloso y un gran acierto. El problema es tropezar con el mismo hombre...
    Un beso enorme.

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  3. Ahora veo el matiz del hombre-piedra!!! Pero sigo pensando en cuanto a la repetición...
    Feliz lunes!

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  4. Los enamoramientos con los objetos devienen amores para toda la vida, que nunca traicionan, que se repiten, que duran, que esperan. Yo me enamoro de muchas cosas cada vez que mis ojos se posan en algunos escaparates...sin ir más lejos hoy mismo de una cartera de Bagghy con Audrey Hepburn... Y claro, mi amor por Audrey es eterno, y con la cartera ha sido un flechazo que me traspasó totalmente el entendimiento. Pero los amores así son locos, irracionales a la vista de muchos pero a mis efectos, únicos. Y 50% menos... Y encima regalo...se puede pedir más? (sí: también era el último que quedaba).

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  5. Absolutely Love them !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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