miércoles, 6 de julio de 2011

Los precipicios y tío Oscar

Ayer asistí a una divertida charla entre tío Oscar y Boris Izaguirre. En un momento dado, tío Oscar dijo que consideraba que Scott Fitgerald y Zelda eran sin duda una de las pareja más glamourosas de la historia y que el hecho de que caminaran ambos al borde de un precipicio (en el que acabaron cayendo, al menos Zelda) no era ajeno a ese glamour. Con tío Oscar siempre pasa lo mismo, va soltando "boutades" hasta que de repente dice algo importante en el mismo tono y sin detenerse, y si no estás muy atento no lo pescas, porque tiene la elegancia de no pararse a explicar ni a desarrollar sus ideas, las suelta y punto, a otra cosa mariposa. Anyway, yo también opino que el glamour más interesante es el que camina al borde del precipicio. Rimbaud, Marilyn, Greta Garbo, James Dean, Kate Moss, Hemingway, Montgomery Clift (en la foto, de Avedon), Ava Gardner. La oscuridad, el misterio, la soledad, la locura, la tristeza (sí, sí, la tristeza. Ya sé que ahora está muy mal vista. Hoy en día nadie está triste, todo el mundo está deprimido) forman parte del lado oscuro de la fuerza (soy hija de "La guerra de las galaxias", es una de mis Biblias). Y yo creo que hay que reivindicar ese lado oscuro. Habría que aprender a caminar con gracia y educación al borde del abismo. No es fácil. Pero en eso estamos.
Feliz miércoles, queridos.

8 comentarios:

  1. Querida Milena,
    Lo siento, voy atrasada, me entretuve en el borde del precipicio y ya era al día siguiente: hoy. Pero tengo que escribirlo, aunque sea un día tarde y hoy toque hablar de tormentas y de almas al filo de.
    Encontré tu bolso. El tuyo no era el último sino el penúltimo!!! Había otro color chocolate durmiento en la parte de atrás del Templo, donde guardan los cálices y las casullas y los santos griales y el vino. No es tan, tan guapo como el rubio pero me acostumbraré. Tú te has llevado a Robert Redford y yo tendré que conformarme con...¿Clint Eastwood? Clint it is, aunque no tengas esa miel de Rob me gustas y ya eres mío.
    No llevaba dinero (había salido tan deprisa de casa que me había llevado al perro pero no la cartera), tuve que pedir que me lo reservaran (es verdad, incluso frente a una loca sudada con perro, las sacerdotisas con traje chaqueta se muestran amables) y cuando estaban apuntando mi nombre lo vi: el primo pobre de los nuestros. Cuadrado igual, desnudo igual pero de ante pardo. Fue amor a primera vista y como valía un poco menos que el Chocolat me pareció que no era posible renunciar a él. Hubiera sido como dejar un huérfano delante de una pastelería, como hacer elegir a una madre entre dos gemelos, como marcharse a casa cargada de 'seny' y triste, triste triste como tus personajes de hoy (Monroe, Dean, Clift, Gatsby y su Fitz) pero sin un precipicio al que asomarse.
    Sorteando el abismo, hice la suma y llegué a la conclusión de que por un bolso con chapas de 25 x 25 cm en cualquiera de las tiendas de la calle de al lado me cobrarían el doble que por los Dos Hermanos; me acordé de que el jueves comíamos juntas; pensé en el placer de verlos a los dos en mi armario, durmiendo la noche y apostando a cual de los dos les tocaría salir al día siguiente; y vi la luz. La única opción posible era quedarme los dos.
    A las 20.12 salía de la tienda, los papeles de adopción en órden, con tres bolsos colgados del brazo: Chocolat, Cheyenne y el Horror Mary Poppins que ha sido mi bolso durante las dos últimas temporadas. Quedan tan bien juntos que no he podido decidirme por ninguno esta mañana (y sigo paseando al monstruo floreado). Así que te espero, con los Hermanos LeBrun y dos pares de sandalias nuevas que te encantarán (planas, planas, planas: siempre me han encantado los zapatos de tacón pero lo de este año es un empacho de andamios y aparatos ortopédicos atados a pies del 34, para chillar y patalear...)

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  2. ¡Oh, Clara! ¡Que bien! ¡Me alegro mucho de que lo encontraras! ¡Y dos! ¡Que maravilla!
    Sí, las sandalias de este año son complicadas, yo no logré aprender a andar con las mías de dinosaurio y se las regalé a una chica guapísima que las lleva mucho mejor que yo...
    ¡Nos vemos mañana!
    Un beso enorme.

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  3. me parece que tu y tus amantes no andáis por los mismos canales ¿televés? que yo y los míos teleaburro,
    Pero, sospecho elucubrando de perfil que: " tío Oscar (¿?) y Boris Izaguirre. ...Scott Fitgerald y Zelda", tenían un conversación sobre la película de Woody Allen, que tu evitas, hablando de Evita Perón asomada al precipicio mientras cantaba a los hú,

    Caminar con gracia y educación al borde del abismo. No es fácil.

    No lo és, lo reconozco, no soy capaz de leerte de corrido, aúN.

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  4. Hola Marylin:
    Yo no tengo amantes, yo me enamoro perdidamente, me desenamoro, sufro, les dejo, me dejan...
    No, la conversación no era sobre la última peli de Woody Allen, era sobre el glamour y la frivolidad.
    Un abrazo.

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  5. Uno camina paso sobre paso iluminándose con la tenue luz de una vela de cire trudon que despide aromas a naranja y a vainilla.

    No ves lo que te rodea.

    Dependes de la vela, la vela depende de ti, de tu equilibrio.

    Caminas como una bailarina de doloridos pies enfundados en unas zapatillas de repetto.

    Sobre un cable, feliz e ingrávida, dominadora de tu tiempo y espacio, a tres trillones de palmos de un suelo invisible.

    La gracia te la da el equilibrio.
    El equilibrio la educación serena.
    La educación serena el aprendizaje.
    El aprendizaje las inquietudes por conocer.

    De la vida sólo me interesa la gente que se ilumina con la luz de una vela, sin importarles la oscuridad que les rodea, sabedores que no hay luz sin oscuridad, no hay temores sin alegrías. Y que los temores hacia lo desconocido se transmutan en la emoción del descubrimiento si uno decide seguir avanzando, con la llama de esa vela.

    Ying...Yang...

    P.S: interesante tener presente que para seguir paseando por ese cable y seguir manteniendo el equilibrio hay que pasear con dos bolsos, dos, uno en cada lado, a ser posible con pedigree, muy rebajados, con lo imprescindible.

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  6. Y hablando de Monty Clift...probablemente uno de los hombres más objetivamente guapos de la historia del cine. Emocionaba su sempiterna cara de sufrimiento interior, pero era tan buen actor que lo integraba maravillosamente en sus interpretaciones. Recuerdo A place in the Sun, con una Elizabeth Taylor vestida con todo el glamour del que era capaz la gran Edith Head...esa escena en la terraza declarándose amor mutuo es de las más modernas que se filmaron en su momento, con esos primeros planos y contraplanos donde la cámara recogía la alegría sin límites de una pasión desbordante en un beso escondido...

    http://www.youtube.com/watch?v=e-AxFsZ3tCs&feature=related

    Echo de menos esas épocas, esas mansiones con esas fiestas en las que me colaba a través del celuloide en una butaca de cine o en casa. Esas fiestas maravillosas repletas de música en directo, de vestidos maravillosos, de gente que sabía estar en su lugar...A veces espero que el fantasma cachondo de Fred Astaire viaje a través del tiempo y me saque a la pista con su elegancia en movimiento.

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  7. Hola Gil:
    No he visto A place in the sun. A ver si la encuentro en la Fnac...
    Besos.

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  8. estos personajes me han recordado a la figura del ángel caído! creo que desde tiempos "a" sentimos una gran fascinación por ellos!

    un placer leerte! :)

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