martes, 5 de noviembre de 2013
La ley del mínimo esfuerzo (por los demás)
Si hay algo que creo que define estos primeros 13 años del siglo XXI es la ley del mínimo esfuerzo.
- ¿Poner el intermitente? Nooooooo. ¡Qué cansado! Y ¿para qué? Que estén atentos los demás conductores. Ya verán si giro, ¿no? ¿Qué se han creído?
- ¿Abrir o aguantar la puerta para que pase la persona que viene detrás o alguien de mayor edad que puede necesitar ayuda? ¡Ui, no! ¡Te puedes romper el brazo con el esfuerzo de sostener la puerta! Y tienes prisa, cosas importantes que hacer. Y de todos modos, son desconocidos. ¡Qué más da!
- ¿Levantarse de la mesa cuando llega alguien? ¿Para qué? Que se inclinen ellos para saludar. ¡Qué pereza levantarse! Y además, ¿no sois todas feministas? Que se levante tu tía.
- ¿Responder los mails o los mensajes que no te interesan? ¿Para qué? Es un rollo tener que decir "no". Es mucho más fácil obviar la pregunta o la petición, no responder, no darse por aludido. Si no lo entienden, es que son tontos. ¿No? ¿Para qué perder el tiempo en contestarles, darles una explicación o lo que sea, si son tontos y si, de todos modos, no te interesan?
- ¿Dar las gracias a posteriori, por una cena, por haberte echado un cable, por lo que sea? ¿Para qué? Lo han hecho porque han querido. Y mandar un "what's up", y ya no digamos, una notita manuscrita, dando las gracias, es un esfuerzo sobrehumano. Y, de todos modos, ya no lo hace nadie, es una cursilada.
Hay muchos más ejemplos.
Sensación de que esto se ha convertido en una jungla, no de animales salvajes y hermosos, no de leones majestuosos y perezosos que te arrancarán la cabeza, no de elefantes gigantes que te tumbarían con un golpe de trompa, no de pirañas, ni de anacondas, ni de tigres, ni de aguilas. De cerdos.
La foto: Jacob Morton, el modelo del siglo XXI.
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Sí a tot. Magnífic.
ResponderEliminarMuy de acuerdo. Quien hace estas cosas es hoy una rara avis :(
ResponderEliminarUn beso,
Emma
Es cuestión de educación, de educación de la buena, de sensibilidad e instinto como la del león y el elefante.
ResponderEliminarSigo tu blog gracias a Manuel Perez Subirana. Comparto lo que dices. Hace unos meses escribí lo siguiente en mi muro de Facebook:
ResponderEliminarREBELDÍA O EDUCACIÓN:
En un país donde maleducados, (véase el dedo medio en alto en las portadas mediáticas) con suculentas cuentas bancarias tienen éxito, es lógico pensar que la mayoría quieran ser o parecerse a ellos (véanse los últimos datos sobre la educación a todos los niveles). Así, en España, está bien visto ser una persona grosera, gamberra y descortés. Ya cuesta mucho escuchar los buenos días, las gracias y demás joyas lingüísticas tan propias de una nación avanzada y rica.
Es el paso previo a la bajeza e incivilidad. La exposición a la manipulación de los más poderosos es ya prácticamente absoluta. Yo seguiré dando los buenos días como acto de ... ¿rebeldía o educación?
Pero me niego a dar la bienvenida a bastos, zafios y palurdos.
Iván: muchas gracias. Es muy bueno tu escrito. Qué bien no estar sola. Y la palabra "palurdo" me encanta, la dices y lo ves.
EliminarUn beso.
Gracias Milena. No estamos solos, lo cómico del tema es que nos encontramos virtualmente. Al menos el consuelo es que antes era más complicado averiguar quién te acompañaba en según que viajes de pensamiento y palabra, ahora parece inquietante y ¿esperanzador?...
EliminarEs cuestión de educación, de la buena, de la recibida en casa, desde pequeñitos, de la heredada. También es tradición, y cultura. Es saber estar y lo más importante, saber ser, sin complejos. Ahora lo que se lleva es ser el más moderno, el más chulo, el que más espacio ocupa en la existencia común a base de no integrarse, de ruidos y destellos, de simplemente aparentar estar por encima de todos y de todo. Ser único y diferente, romper con todo a base de quedarse en nada es lo que prima. Una pena.
ResponderEliminarHoy, el verdadero rebelde es que sigue levantándose en el metro para dejar sitio a una persona mayor, el que saluda y se levanta ante un encuentro, el que sabe ponerse una corbata si la ocasión lo requiere, la que sabe aceptar un cumplido o un gesto cortés sin sentirse amenazada (y no digamos insultada en su orgullo feminista), el que da la mano y te mira a los ojos, el que promete, y cumple su palabra.
Por otro lado (y que triste, pura melancolía) es un placer cuando te encuentras con un buenos días, un gracias, un por favor y un hasta luego, y si ya te regalan una sonrisa, olvídate que debes estar soñando.
Gracias Milena, me encanta leerte, y aunque a veces no esté de acuerdo con todo lo que dices (las menos, muy pocas, en cuestiones de ropa, de zapatos casi siempre), siempre me diviertes, muchas veces me sorprendes y otras me tocas la fibra sensible, lo que siempre es un regalo.
Un abrazo,
airam
Querida Airam:
EliminarMuchas gracias.
Yo creo que también hay gente amable: mis hijos, mis amigos, mis vecinos, mi quiosquero, mi panadera y un montón de anónimos (el tío con el que he bromeado hoy a la puerta del colegio, porque llevaba 5 minutos aguantando la puerta para que pasasen los demás, el señor que en la cola del súper ha visto que iba muy cargada y ha apartado su compra para que pudiese poner la mía, etc. Si no, esto sería un infierno. Y no lo es. Un abrazo.
Mhh, yeah: aunque yo me sé de alguno/a que no contestamos/áis los emails demasiado, jaja. Besos; y superemos a Camus; y recuperemos a los que tenemos más cerca. ¡Buen finde! AM.
ResponderEliminarHola guapo:
EliminarNo recuerdo haber dejado sin contestar ningún email tuyo que requiriese contestación. Si fue así, lo siento. Leí tu texto sobre Marsé. Me gustó. Le conozco desde que era niña: no podéis ser más distintos.
Un beso.
Lo sé, lo sé: por eso quiero ser como él. ¡Vente pronto a comer a casa! 1beso, AM
EliminarTotalmente de acuerdo Milena ! Los que llegan invitados a una casa con las manos vacias , dar las gracias o sonreir de vez en cuando , ceder el asiento en transporte publico. Recoger algo que se ha caido de otra persona....Good post!
ResponderEliminarBTW--Aun espero la respuesta a 3 emails mios de felicitaciones por tus articulos...., que pereza dar las gracias,no?
Anna: ¿en serio me has mandado 3 mails felicitándome y no te he dado las gracias? Pues lo siento muchísimo (debes ser la única persona en el mundo que me ha felicitado 3 veces por el blog...) y me hace mucha ilusión. Y si algún día me vuelves a felicitar, te contestaré y te invitaré a cenar (si quieres, claro). Un beso.
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