viernes, 15 de junio de 2012

La edad de oro



Mi color favorito para los zapatos es el negro. Un buen zapato de hombre, de cuero negro, sólido, reluciente, un poco duro, con la punta ligeramente cuadrada (ni redonda -que es de niña-, ni puntiaguda -que es de tontaina, hay ropa especial para los tontainas, un día hablaremos de eso-), me hace pensar que estoy ante un tío de verdad (sólido, reluciente y un poco duro por fuera, y cómodo, flexible y caliente por dentro...). Naturalmente, por culpa de esta teoría, he cometido algunos errores garrafales sin importancia... pero, de todo se aprende. Si soy el pozo de sabiduría inagotable que todo el mundo sabe que soy, es porque me meto en líos sin parar reflexiono profundamente sobra las experiencias que me ofrece la vida. Normalmente, un hombre que va siempre con deportivas es un niño. Normalmente, un hombre que lleva mocasines de ante es un relamido o un cursi (menos mi tío, que los lleva y no lo es). Normalmente, un hombre que lleva botas de cowboy está un poquito tarado, y uno que lleva alpargatas atadas al tobillo también, y uno que lleva mocasines de borlas también, y uno que... Bueno, ya basta, que después me cogen manía.
Para las mujeres me gustan los zapatos negros (estoy en una etapa "zapato de tacón súper clásico" con vestiditos de verano)... o dorados. Los zapatos dorados me hacen pensar en épocas más rutilantes que la nuestra, más divertidas, más burbujeantes, menos políticamente correctas.Y bueno, si al menos podemos tener los pies en una película de Fred Astaire y Ginger Rogers, todo lo demás resulta más llevadero. ¿No?
Feliz fin de semana, queridos.

6 comentarios:

  1. Los zapatos son mi perdición. Pero para algo me dieron los pies además de para bailar.
    Creo que mis ojos tienen un chip de terminator implantado en la retina. Ven unos zapatos o los localizan allí donde no se ven pero esperan los pies que los calcen y no fallan. Terminan con ellos en una bolsa saliendo de la tienda y terminan también con el saldo de la visa..
    Caminar me alegra. Bailar todavía más. Y los zapatos que se vienen conmigo saben que no tendrán una vida aburrida.

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    1. Caminar con tacones, si se hace bien -y durante no más de 3 o 4 horas al día- es un poco como bailar.
      Un beso.

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  2. Tú misma pones excepciones a los mocasines (los de tu tío) y a no sé qué más. Yo casi siempre voy con zapatos negros, pero también tengo algunos zapatos de punta (es decir esos que según tú son de tontainas). Y yo no soy nada tontaina... bueno, tal vez un poco sí. Jejejej. Buen finde. Luz

    p.e. Y ahora me voy a poner los de cenicienta que me toca hacer sábado!!! grrrrrrrrrrrrrr

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    1. Hola Luz:
      Los zapatos de punta me molestan en los tíos, no en las mujeres.
      Un beso.

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    2. AHhhhhhh!!! toi un poco espesa hoy!!! Na nit.

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  3. ay que ganas de leer tu post sobre 'tontainas'!!

    Elisa( dublin)

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