miércoles, 19 de junio de 2013

Recibir tumbada


Me parece que la elegancia (palabra que no me gusta nada), la clase (tampoco me gusta) y el estilo (un poco más) surgen de la combinación perfecta entre rigor y "laisser-allez" (palabra que sí me gusta y que significa algo así como relajación). Demasiado rigor, demasiada rigidez y demasiada perfección en el atuendo, y sobre todo en la actitud, matan la voluptuosidad (que como todo el mundo sabe, es el único objetivo y razón de ser del verano, del sol, del mar, de los mojitos, etc). Pero demasiada relajación, se puede convertir en dejadez, y la dejadez física (y ya no digamos, la mental) nunca es sexy (y ser sexy es, como todo el mundo sabe, el único objetivo de la vida). En fin. Coco Chanel, la mujer que inventó la elegancia moderna, recibía a sus amigos tumbada en la cama, vestida con pijamas de seda y fumando. Claro. Yo, que en esto sigo siendo un poco adolescente (en todo lo demás, soy de una madurez y sensatez extraordinarias. Yes.) y que, en cuanto llego a un sitio, tiendo a repantingarme, a estirar la piernas, o a doblarlas encima de la silla, o a cruzarlas como en yoga, o a sentarme -tumbarme- en la alfombra, o a descalzarme, etc, entiendo perfectamente a Coco Chanel. Y he decidido que, a partir de ahora, voy a empezar a recibir en la cama. Dress code: la mujeres, con perrito faldero incorporado. Los hombres, con corbata y de pie. Claro.

11 comentarios:

  1. :D

    Una vez más, con aparente ligereza clavas una verdad que está en el aire... Es un detalle que dice mucho: si tiendes a repantingarte, quitarte las sandalias, poner un pie en la silla de la terraza –y quizá abrazarte la rodilla– mientras me escuchas o me hablas... estamos en una frecuencia parecida.

    Hace un par de años el camarero (y dueño, supongo) de un bar, después de tomarme nota, me dijo serio que quitara el pie de la silla. Al instante sentí que ya no era una niña, que esas cosas ya no tocan... Luego alguien dijo que "menudo capullo"... y se me pasó. Ahora te escribo con el pie sobre el cojín :)

    Emma

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    1. Hola Emma:
      ¡A mí me pasó lo mismo! En una coctelería me descalcé un pie y me senté con la pierna doblada debajo del culo. Inmediatamente vino un camarero a reñirme. Estiré la pierna y le puse el pie (que siempre llevo perfecto, uñas rojas, piel suave, etc) delante de la nariz mientras le decía que mi pie era más bonito y estaba más limpio que la mayoría de las manos que había en su local. Y nos fuimos.
      Te escribo con los dos pies descalzos encima del sofá.
      Besos.

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    2. Por dios esa postura es una de mis favoritas!!!! Pierna doblada debajo del ASs ;-)

      Esto te lo escribo sentado - se me j. el portátil así que tiro de torre - con camisa de lino arremangada en la parte abuhardillada de mi casa...la gata me vigila siempre con sus ojos verdes.

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    3. Qué bien, Gil: lino, buhardilla, ojos verdes...
      Un beso.

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    4. Jajaja....he encontrado almas gemelas, por fin! Gente que se sienta con la pierna debajo del culo, pues os advierto que mi madre me amenazaba con que se ponían las piernas feísimas, ella las tenía preciosas y yo no! Mi jefe en las reuniones importantes" me envía wassaps suplicandome que las baje, me enderece o me desenrosque según se tercie, en fin...qué alegría haberos encontrado. Bss para todos.
      Verónica

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    5. Yo lo siento pero no renuncio a mis posturas favoritas. Esta es una. La otra es apoyar el mentón sobre mis brazos cruzados. Recuerdo que una ex novia hace muchos años me dijo malhumorada "ponte bien"
      Le dije ¿cómo?
      Ella insistió "ponte bien o me voy".
      No me quedó más remedio que decirle "pues vete".
      Creo que hoy es infinitamente más feliz, y yo sigo conservando la esencia.

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  2. Guauuuuu... Power to you!
    Gracias por compartir la historia: me la guardo como inspiración para otra vez (que la habrá: la policía de las buenas formas no descansa...).

    Un besete,
    Emma

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  3. Aquí otra descalza... ya te echaba de menos. Besito. Luz

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  4. Buenísimo!!

    Directamente en la cama, sí, si. Estas cosas siempre le han gustado mucho al servicio. Si ahora no lo tienes, contrata una filipina por horas para las visitas.
    Una filipina te da una imagen colonial, de un esplendor melancólico.

    Prometo no quitarme la corbata y permanecer de pie como un troyano durante el besamanos.

    Besos



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    1. Soldner: jajajajajajajja. Vivo en una buhardillita destartalada, no sabría donde meter a una filipina...
      Un besazo.

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