sábado, 24 de noviembre de 2012

Cosas que vale la pena recordar ahora que se acerca la navidad.


Para mí, las navidades son algo parecido a un huracán: hay que estar preparado, hay que protegerse y hay que disfrutar del espectáculo. Algunas reglas básicas:

1. No hay ninguna razón para reunirse con gente a la que no ves durante todo el año. Si no los ves durante todo el año es por algo (normalmente porque te importan un pito). La Navidad no tiene porque ser una excepción.

2. Haz acopio de víveres: vino blanco, vino tinto, champán, cerveza, ginebra, tónica, hielo, etc. Cosas de primera necesidad.

3. No compres plantas de Navidad con hojas rojas: son feas, son antinaturales (¿qué es eso de una planta con hojas rojas?) y es el típico regalo que dice: "No tengo ninguna imaginación, o no tengo ningunas ganas de utilizarla contigo, o soy un rácano". Son casi un insulto.

4. Ahórrate todos los "Feliz Navidad" (según cómo, también son un insulto). Como muy bien saben los niños, lo único bueno de la Navidad son los Reyes Magos porque traen regalos y son mágicos.

5. Céntrate en hacer de rey mago de verdad (si no tienes pasta para regalos, al menos intenta ser todo lo mágico posible). Con tus hijos, con tu gente, con tus amigos (en Navidad, amigo es aquel al que puedes llamar llorando a las 4 de la madrugada para contarle que te sientes fatal porque has vomitado encima de tu suegra, te has comido una caja de polvorones entera y has intentado besar a tu sobrino de 16 años).

6. Arréglate. La dejadez es inaceptable en las situaciones críticas. Imagina que eres el capitán del Titanic y actúa como tal.

7. Y recuerda el famoso dicho (mágico), que sirve para todas las ocasiones imaginables: "Y también esto pasará".

Bueno, ahora me voy al Caprabo para empezar con el punto 2.

Feliz sábado, queridos.

La foto: un libro para colorear de Ryan Gosling. Lo voy a poner ahora mismo en mi carta a los reyes.






12 comentarios:

  1. Lo digo y nos siento. Hay dos cosas que particularmente no soporto: - chandals para ir a hacer la compra. Pijamas, zapatillas y bata para estar en casa. No. No. NO. Cuando uno está solo suele pasar más de una vez delante de un espejo. El espejo te mira y te ve, y lo que uno ve es precisamente lo que uno suele querer negar. Así que mejor darle al espejo reflejos que le fundan de gusto el azogue y te pinten en la cara una sonrisa antes de que se rompa de envidia porque uno sale a la calle feliz y con ganas y el espejo sigue colgado de un clavo en su pared. Dejarse: nunca, porque dejarse es perderse.

    La estados de ánimo son los que son, pero si te ves bien seguro que algo mejor te sientes.

    En cuanto a la Navidad tiempos extraños y reconfortantes a la vez. Claro, que para evitar ciertas tonterías al uso el "no" es un seguro de vida. El "sí" solo para aquellos que lo merecen por actitud. Generosidad. Tampoco hablo de dinero, obviamente, sino de lo más preciado y a veces escaso: tiempo con los que de verdad cuentan. El resto, solo resto, nada más que resto a los que desear con educación " feliz Navidad" ( pero sin mí ).


    Gilbert Fadda
    @ iPhone

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    1. No conozco a nadie que vaya a hacer la comprar en chandal, ni que tenga chandal. Afortunadamente.
      Los pijamas: de seda, de hombre, pero te lo quitas antes de meterte en la cama.
      Las zapatillas: unas Ugg.
      La bata: si es de cashmere y sin nada debajo.
      Un beso.

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    2. yo tampoco...afortunadamentemás.

      Los pijamas, en mi caso, sin botones...no los soporto...y de algodón. Me los quito si merece la pena quitármelos, en caso contrario lo guardo conmigo.
      Las zapatillas...mis pies sobre el parquet...prohibido caminar por casa con zapatos de la calle...si es invierno calcetines gruesos de esos que te permiten patinar sobre la madera...
      la bata...el cashmere lo reservo para los jerseys y los chalecos...
      kiss

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  2. Querida,
    Ayer no estaba preparad para el punto 2. Pero ya tengo lo básico. El punto 1. es brillante, norma básica, NO empeñarse en ver a la gente que no ves nunca, en general no empeñarse, pero MENOS en fechas señaladas.
    Hay que vestirse bien, de oruga o de princesa, según amanezcas, decir buenos días como cada día (si nunca le das los buenos días la panadero ese día TAMPOCO) y pasar discrteamente. El 27 celebrar que ya han pasado los tres anteriores y que queda una tregua hasta el 31; ese pasarlo con poco ruido y el pensamiento abstraído (vale proponerse muchas cosas, pero sin empecinarse mucho); el 1 aprovechas para escribir el libro que nunca acabas de escribir (NO a los presuntos amigos a los que hace años a los que no escribes); a partir de ahí respiras un poco mejor, te mantienes alejada de las tiendas y de la gente con bolsas de colores en general, tú vestida de oruga o de princesa, según esté el horizonte, de hombres, de libros, de proyectos impracticables (aquí no entran los niños, los niños están bien, gracias, ellos son mucho más inteligentes y sólo ven lo esencial), de las cosas que importan, vaya; llegamos al 5, que es el día más mágico de todos, el más bonito si tienes niños aún pequeños, el más difícil si no estás enamorada (o lo estás de forma secreta o complicada, pero eso no es navideño, es el pan de CADA día); como bien dices (otra de las verdades esenciales que hay que tener escrita en la pizarra de la cocina), todo pasa, thank god, y sólo queda lo bueno y el día de Reyes ya asumes que la cosa va de familias endomingadas y tortel y que ese día van a misa todos los que nunca van a misa, saltándose la regla número 1. haciéndose los que son muy amigos del que no van a visitar jamás.
    Todo esto para decir que detesto las plantas con hojas rojas: acabo de darme cuenta de que las odio y de que durante años intenté mantenerlas con vida hasta la primavera pero no, era imposible, ellas insistían en morirse, rojas, raquíticas y viles en la chimenea. A pesar de mis cuidados.
    Con todo, y sin plantas de hojas rojas (las margaritas pueden ser una buena alternativa) haremos un 24 que será la bomba. Ángeles abstenerse: son de las figuras más extrañas y mágicas de la creación (invisible) pero en Navidad hay que mantenerlos DENTRO de la caja.
    Feliz domingo, querida, el buque me reclama. (La indumentaria es de oruga, by the way.)

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    1. Sí, Clara, es justo como lo describes. Pero tal vez es peor no estar enamorada -o estar enamorada de forma demasiado complicada- el 31. O no. No sé. Sí, este 24 será la bomba.
      Un besazo.

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  3. Está muy bien; tomo nota, a ver si me ayuda a sobrevivir. 1beso, AM.

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  4. Sin embargo a mí me gusta la Navidad; es decir, soy vulgar, no mantengo una posición snob.
    Y claro que veo a gente que no veo habitualmente, porque viven lejos de aquí y vuelven para esos días, expresamente para esos días.
    También hablo (por tfno) con gente con la que hablo de tarde en tarde: familiares, amigos, porque durante esos días están/mos más cercanos, por la razón que sea.

    Todo lo demás, es decir, los regalos, comer y beber mucho, gastar más, viajar, etc., no es por la Navidad, es por la paga extra.

    Besos


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    1. Soldner, querido:
      ¿Qué es este mal humor?
      Yo no soy especialmente snob (o sí), pero este año, sencillamente, no sé cómo voy a pasar las navidades (que, en principio, también me gustan).
      Un beso.

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    2. Cierto, cierto; gracias por tu benevolencia

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