viernes, 24 de agosto de 2012

¿Cómo queremos que nos miren los chicos?


Colección infantil de H&M para niños originales. Lo que yo llamo niños raros. Que no tiene nada que ver con lo que, hoy en día, algunas madres llaman "niños especiales". Porque cuando una madre dice: "Mi hijo es muy especial", en realidad, quiere decir: "Mi hijo es insoportable. Prepárate." En mi época, una época muy remota, los niños raros, especiales, o como se llame, estábamos perfectamente educados para no molestar a los adultos. Eso era lo primero que te enseñaban: a no molestar. En fin, que conozco muy bien la tipología "niño raro" porque, si algo fui de pequeña, es una niña rara. Lo sigo siendo. Y le quiero robar a la niña de la foto el vestido de cisne maravilloso y las bailarinas con puntera de oro. Pero, sobre todo, creo que ninguna mujer debería estar nunca con un hombre que no la mire como el niño de la foto mira a la niña, mientras ella finge no verle. Y, cuando los hombres se quejan de no entender a las mujeres y de no saber qué queremos, pues bueno: solo queremos que nos miréis así, como el niño de la foto. Nada más. Y ahora voy a ver si, al menos, me puedo comprar el gorro cisne por internet. Me lo pondré para escribir el blog, seguro que me inspira.
Feliz viernes, queridos.

15 comentarios:

  1. HhMe encantaba ser raro cuando era pequeño porque ese es el matiz. Raro, no especial. Especiales hay muchas cosas. Lo raro es lo que no abunda, y lo raro tiene al menos la virtud de ser diferente, no especial. Diferente. Y como sigo siendo raro y me encanta serlo, pues eso, aquí estoy subiendo la escalera del metro dándole a la tecla. Qué raro soy, y cómo me gusta...todo lo que apesta a uniformidad me da dolor de cabeza....

    Y las miradas...para que le miren a uno así hay que buscar la mirada...a veces no miramos porque los hombres son - somos - algo tontusos. Mi pantera negra busca mi mirada... Y la encuentra...

    Todo se reduce a corresponder...y si uno mira y la otra - u otro - hace ver que no, buscarle, que los ojos no engañan...y las poses sí suelen hacerlo...

    Gilbert Fadda
    @ iPhone 

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    1. No, querido, no, gente especial hay muy poca. Raros somos la mayoría.
      Un beso grande.

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    2. Pues también tienes razón. Gente especial muy poca, raros - por distintos motivos - la mayoría.Tengo que someterme a revisión. Yo que aspiro a ser invisible, claro que cuando lo intento vuelven a tildarme de "raro". Las pescadillas que se muerden la cola no me gustan...demasiado circulares...tendré que salir por la tangente ;-)

      Mil besos!

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  2. Ya que a miradas no gano y para tocar aquello que no suena, simplemente precisar que el vestido no es de cisne sino de flamenco. Pero no de flamenco del Corral de la Pacheca ni flamenco del tercio sino de flamenco del lago Nakuru (Kenia) donde viven grandes grupos de estas aves. Por cierto, y para parecer aún más sabiondo, indicar que tales aves nacen con el plumaje blanco que con los años va tomado el característico color rosado por los carotenoides presentes en los crustáceos de los que se alimentan.
    Sin otro particular me despido,
    Sapo

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    1. Jjajajja. Sapo, tienes razón. Es un flamenco. Gracias por la corrección. Me ha hecho pensar en el traje cisne que llevó Bjork a los Oscar hace unos años y me he confundido.
      Un beso.

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    2. jajajajajajajajajaja, ¡olé!
      eva

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  3. o para ir a caprabo :)
    eva

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  4. En efecto es un flamenco. El vestido de la niña simula un flamenco, y claro el niño cómo no la va a mirar así, pensando pero qué estoy yo haciendo aquí con ésta vestida de pájaro. Bueno, está allí y la mira porque le pagan claro.

    Lo que pasa es que tú eres muy romántica (enhorabuena), pero yo sé a qué te refieres cuando dices cómo quieres que te mire un hombre.

    Besos

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    1. Y tú, un materialista cínico, que luego son los más románticos de todos, porque creen que están desencantados de la vida y bla, bla, bla, hasta que... ¡¡¡pumba!!!
      Un beso grande.

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    2. ¿¿pumba?? Qué bueno. Me imagino lo peor

      Besos

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  5. Lo malo es que a veces las mujeres hacen que no nos ven durante demasiado tiempo, y entonces nos cansamos de mirar así, que es como comenzamos siempre ;-) (No coincidimos en París por cuestión de horas, ¡pena!) Un beso, y hasta la rentrée. A.

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    1. Claro... ¡Pobrecillos!
      Nunca he pasado tanto calor como en París estos días.
      Un beso grande.

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  6. Yes, fue horrible (el calor). Tomo nota también de los calzoncillos; caray: se nos acumula el trabajo, jaja. Besos, A.

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