jueves, 10 de febrero de 2011

Los vaqueros blancos

Ninguna de las cosas que valen realmente la pena en esta vida se pueden comprar: ni el estilo, ni la inteligencia, ni el valor, ni el sentido del humor, ni el amor, bueno, el amor sí (de hecho el amor es objeto de transacciones económicas constantes, dudo que haya moneda de cambio más utilizada), la felicidad también se compra, claro. Sobre eso estaba reflexionando yo esta mañana, sentada en la postura del pensador, en los mullidos sofás de Gonzalo Comella, mientras decidía si me compraba o no unos vaqueros blancos. No sé por qué delante de la ropa me da por filosofar, después delante de mis amigos solo digo locuras y no se dan cuenta de lo realmente seria y anti frívola y profunda que soy. Focus, Milena, focus. Los vaqueros blancos. Un asunto realmente peliagudo. Hace años que dudo. En principio soy una chica de tejanos mientras más gastados y viejos mejor. Creo que los tejanos son la prenda de vestir más importante del siglo XX, tal vez de toda la historia. Pero en principio, no me gustan con artificios ni abalorios: no me gustan con corbata en los hombres, no me gustan con tacones en las mujeres. Es una de las poquísimas prendas neutras que existan y así se deben llevar. Ahora bien, el blanco altera absolutamente la neutralidad de un vaquero, me parece que lo convierte en una prenda básicamente femenina (un hombre con vaquero blanco...mmmm...creo que no, no, no, no, no...) y bastante sofisticada (un pantalón blanco es siempre delicadísimo y difícil de llevar). Todas las francesas tienen un vaquero blanco. En fin, como soy tan sensible y profunda y tal y cual, me he dado cuenta de que la dependienta se estaba poniendo nerviosa, entonces, claro, me he puesto nerviosa yo, y he decidido quedarme los vaqueros blancos. Ahora he de pensar cómo me los pongo, así que en los próximos días estaré muy ocupada, que nadie me moleste para nada que no sea una emergencia.

9 comentarios:

  1. Aunque, en general, sensible al negro - todo negro - camisa incluida, "un hombre con vaquero blanco...mmmm...creo que no, no, no, no, no...", ¿porqué no? Habrá que discutirlo. Es una emergencia.

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  2. Hola T:
    Hay que saber mucho para llevar un vaquero blanco siendo hombre... Yo también prefiero el negro. Pero si eres un hombre de negro, ¿por qué te planteas ahora lo del vaquero blanco?
    Un abrazo,
    M

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  3. A mi me gusta un hombre de blanco si va con pantalón de hilo,está Moreno y delgado.Ya ves que profundidad la mía!
    Y no hay verano que no tenga un vaquero blanco.
    Carolina I.

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  4. Querida Carolina:
    Uuuuuuuf! Los pantalones de hilo blanco son todavía más difíciles que los vaqueros blancos...Show me 1 man who can wear them and I'll show you 100 who can't (no sé si es una cita real que he oído en alguna parte o si me lo acabo de inventar, pero es cierto).
    Muchos besos.
    Mile

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  5. Será que todavía recuerdo a un amor danés que estaba cañón que los llevaba en Ibiza but it's true that's very difficult!
    Besoooos. ;) Carolina.

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  6. Querida Mile;
    No lo dudes, con azul marino o mejor, crudo y azul marino, si hay rayas mejor. Con marrón no, ni con beige, ni turquesa ni nada que sea tropical. Con un jersey de punto grueso de los de las pelis de los 70's u 80', Tal y como éramos.
    Con negro, mmmh...tendría que verse, depende...
    Vaqueros y zapatos de tacón NO
    Vaqueros fantasía NO
    Hombre+blanco NO NO
    Hombre+blanco+fantasía NO NO NO
    Hombre+blanco+fantasía+tacón YA PUEDE TENER SU QUÉ

    Vaqueros son la prenda más importante del siglo XX, seguro. Son neutros pero delantan, y cómo!
    O qué me dices del que los lleva planchados con raya; o con pinzas; o con una corbata de los Simpson. Tiene que ir un poco arrugados y si rotos, que sea de natural.
    Like u.

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  7. Querida Clara:
    Un hombre con una corbata de los Simpson merece ser ahorcado con esa misma corbata, ¿no crees? ¡¡¡Es broma!!!
    Espero que ninguno de mis amables lectores tenga una...
    Besos.

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  8. Jamás me compraré un tejano blanco...de eso estoy tan seguro como que el "nunca digas nunca jamás" no se aplica a ciertas situaciones/objetos/personas...Ah el pensador...¿por qué será que el único argumento que puede hacerme pensar sobre la adquisición o no de una prenda puede ser su precio y la coyuntura económica? Afortunadamente no soy ni un bulímico que compra a base de impulsos de tela ni un insensato que martiriza el estar constriñiendo el ser. Sólo un zumbado que se enamora de algunas prendas cuando las ve en algún escaparate o las descubre en los interiores esperando pacientes la llegada de una mirada que las observe con curiosidad, unas manos que las toquen con mimo y un cuerpo que sepa llevarlas con respeto.

    En una ocasión vi a un conocido que - oh dios - llevaba un tejano blanco. Su belleza natural - la del conocido - empezó a hacer aguas desde el mismo momento en que se enfundó ese tejano blanco, que accionaba como un tupido y gigantesco velo. Adiós elegancia, adiós discreción, adiós buen gusto, adiós presencia, adiós todo. Ese tejano blanco era como un torpedo en toda la línea de flotación de su equilibrio. Porque lo único que podía ver uno era el horror del tejano blanco...

    La felicidad no se compra, se viste más bien con prendas de saldo para disimular su falta. La felicidad camina siempre desnuda, solitaria, y sólo suele combinar con aquellos capaces de mantenerse sobre esa delgada línea del equilibrio que la mayoría no ve, o no sabe ver.

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  9. Gil querido:
    Muchas gracias por tu comentario. Está claro que tú eres mucho más sensato que yo. La ropa es mi hobby y sí, seguramente invierto en ella mucho más tiempo y dinero de lo razonable.
    Hay una frase de Woody Allen que siempre me ha hecho mucha gracia: "El dinero no da la felicidad pero la sensación que provoca es tan parecida que solo un especialista podría distinguir la diferencia".
    Un abrazo,
    Milena
    PS: ¿Sabes? Devolví el vaquero blanco...tampoco es para mí...sigo con mis viejos tejanos azules...

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