miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Cuántos somos en realidad?

Para este verano (y para la vida en general) me debato entre dos cosas: el rosa pálido de este bolso de Loewe y el desparrame de estos pendientes plátano de Prada. Por un lado, la suavidad, la belleza, la extrema delicadeza, la timidez, la luz, la fragilidad de este rosa (es el rosa más encantador que haya visto nunca, la foto no le hace justicia, me tuve que controlar para no empezar a darle besos allí mismo en la tienda). Y por otro, la alegría, la energía, la fuerza, la desfachatez, las ganas de divertirse, el pasotismo, el Carmenmirandismo de estos pequeños pendientes en forma de plátano.
Uno corresponde a la actitud "viva la vida" y el otro a la actitud "muerte en Venecia". Son incompatibles, pero ambas están en mí. Creo que todos tenemos dos extremos, dos opuestos entre los que navegamos, dos fronteras que de algún modo nos contienen, nos limitan y nos definen. Probablemente jamás me compre ni el bolso ni los pendientes, y en cualquier caso jamás los llevaría juntos, pero son una fotografía bastante nítida de quien soy yo (y hagamos lo que hagamos en la vida, en el fondo, lo único que hacemos sin parar es buscarnos, en los demás, en los pendientes de plátano, en lo que sea). Bueno, os dejo un clip (¿se siguen llamando así?) muy "viva la vida" de la campaña de verano 2011 de Prada, es justo lo que quiero para este verano, pero sin la ropa.
Feliz miércoles.

9 comentarios:

  1. Cuando uno descubre esa sensación de que la personalidad o la forma de entender la vida tiene su correspondencia en algunos objetos sabe que va a ahorrarse un montón de explicaciones inútiles. El lenguaje de los signos suele ser más inmediato, y superado el margen de error en la interpretación de los mismos, se establece una línea de comunicación directa a aquellos receptores que saben leer las formas, los colores, los aromas - ya dije que era un hombre de perfumes - y especialmente, lo que yo llamo "el conjunto del movimiento".

    Ese bolso es lo que es: elegante, discreto, sencillo (¿acaso no son estas tres palabras sinónimas?), un complemento, una extensión, un asidero. Los pendientes tienen el mérito de darle al momento el tono de la diversión pausada - o alocada - pero siempre sincera del alma que las lleva. Siemrpe he creído que el alma se pasa la vida buscando esos objetos con los que puede vestir el cuerpo que la contiene. A veces nos juega malas pasadas - esos tejanos blancos adquiridos tras una reflexión - que sería más un "laissez faire, laissez passer" de un alma poco convencida o simplemente adormecida incapaz de controlar el engaño de los ojos que sin ella no funcionan como debiera, a veces nos descubre parte de nosotros que desconocíamos, a veces nos maltrata con algunos kilos de más o nos premia con su férrea disciplina en cuanto vuelve a tomar el mando...

    Todo se reduce a lo mismo: el viaje que iniciamos con cuatro lloros oxigenados en las manos del tocólogo, los primeros pasos, la conciencia de verse en un espejo y asociar esa imagen a la de uno...un viaje que nos lleva por lugares inesperados.

    Sólo echo en falta el bolso y el paraguas de Mary Poppins. Viajar con un paraguas que te eleva y un bolso donde cabe todo no tendría precio...

    Ser fiel a uno mismo, simplemente.

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  2. Hola Gil:
    Sí, el bolso y el paraguas mágico de Mary Poppins son los complementos perfectos...pero ¿dónde los venden?
    Besos.

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  3. No están a la venta...y, sin embargo, están disponibles. Ese paraguas se dibuja a medida que uno se quita el lastre de encima, y ese bolso es fácil de conformar: mi pluma, mi móvil, mi moskine y mi sombra. Un paseo por la ciudad puede devenir un gran viaje - lo sabes, paseante -. ;-)

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  4. moleskine...que el teclado a veces se pelea con la velocidad...dedos matinales dormidos para una mente despierta...

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  5. Es fantástico tu blog, Milena. Divertido e inteligente. Enhorabuena.

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  6. Querida Care:
    ¡Qué bien! ¡Muchísimas gracias!

    Querido Gil:
    Sí, para mí también los paseos por el Ensanche se convierten, a veces, en viajes...

    Besos.

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  7. Milena, tu blog ha sido un destello en un día raro. Buscaba, por trabajo, información sobre Judy Garland, mientras reparé en se me muere el alohe de la esquina y no hay manera de recuperarlo ¡Maldición!
    Entre mucho artículo sobre el cumpleaños de Liza Minnelli, yendo y viniendo de la maceta al ordenador, encontré tus chapines rojos. Se me venía arriba el ánimo mientras te leía, culta, sin estridencias y desmititificadora. Cómo esculpir plastelina pero de la buena, sí señor.
    Buen sábado, ¡Ah! y gracias.

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  8. Querida Al final del arcoíris:
    Muchas gracias!!!!
    Espero que el alohe haya revivido.
    Un abrazo.

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  9. Gracias Milena, he de informarte que soy un hombre, a pesar de y sobre todo. Mi nombre es Alfredo.
    Se bien reciben tus deseos para el alohe pero me temo que no tiene más solución que una reposición. Hoy es mi cumple y me han regalado una kentia, así que creo que abandonaré los esfuerzos por la resurrección para centrarme en la nueva invitada.
    Tienes un nuevo seguidor,
    ¡Gracias de nuevo!

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