domingo, 13 de febrero de 2011

Cuando la ropa no nos entiende.

Chicos: he devuelto los vaqueros blancos de los que hablaba el último día. Al verme aparecer de nuevo, la dependienta, que había soportado mis dudas dos días antes, puso una cara muy rara, pero bueno, no es culpa  mía si los tejanos que me vendió no hablaban mi lengua!!!! Sí, eran bonitos, elegantes, y todo lo demás, pero no eran para mí (y los amores imposibles son un rollo). ¿A vosotros no os pasa que algunas prendas no os entiendan? Mi lista:
-Los vaqueros blancos.  
-Las camisetas blancas. En teoría: también me gustan. En la práctica: con una camiseta blanca parezco una patata hervida. 
-Los cuellos cisne negros: hice una entrada hace unos días, me encantan, pero yo no puedo llevar algo que me comprima el cuello, me pone de pésimo humor, me impide respirar.
-Las Converse. Otro clásico que me gusta mucho, pero cada vez que me pruebo unas me siento como el pato Donald (me gusta el pato Donald, pero digamos que no es exactamente mi aspiración estilística), la suela es muy blanca o muy gruesa o algo así, algo pasa. Después, cuando por la calle veo a chicas con Converse, me encantan, ¿por qué no son para mí? No lo sé.
-Los trench o gabardinas: he tenido varios, desde Comptoir des Cotonniers hasta la Burberrys (que me compré de segunda mano en ebay) y siempre los he acabado regalando a alguna amiga. Me gustan, son lo más elegante del mundo, pero a la vez me ponen mala.
-Las botas altas. Las botas de montar. Terrible claustrofobia. Pero son preciosas. El otro día las llevaba mi amiga Clara y era genial. He tenido varios pares y no han salido del armario. Supongo que es porque las botas altas pisan fuerte y yo no. ¡Snif! 
-La "marinière", camiseta marinera de rayas azules y blanco roto o crudo. Otro clásico absoluto. Son fantásticas, pero no me entienden, me hacen sentir idiota.
Bueno, paro, mis viejos vaqueros azules (y mis madrugadores hijos) me reclaman.
Feliz domingo.
PS: La foto de hoy: mi amado John Wayne. Quiero: sus vaqueros, sus botas y, sobre todo, el perro que camina detrás.

5 comentarios:

  1. Mile, aún me pongo la gabardina de Comptoir des Cottoniers que me regalaste y espero que me entienda. Voy a estar en Barcelona a partir del martes por la mañana. Me gustaría mucho verte. Te mando un beso grnade,
    Amalia

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  2. ¡Amalia! ¡Claro que sí! Llámame y quedamos. ¡Qué ilusión!
    Besos.

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  3. el perro no, que espelecha y además es mio.

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  4. Elias hola:
    Sueño con que el destino me ponga delante un perro así, creo que algún día me cruzaré con un perro abandonado por la calle y será el de la foto.
    Un abrazo.

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  5. El perro es una maravilla!!!
    A mi no me entiende el jersey negro de cuello vuelto y eso que me gusta pero no hay manera,no me favorece.
    Besos Mile.Carolina.

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