lunes, 21 de febrero de 2011

Cómo ser una hippy


Cada vez que me pongo a explicar que en el fondo soy una hippy, todo el mundo se echa a reír. Cuando era adolescente y en Cadaqués todavía había hippys (dicen que un día les metieron a todos en un camión y se los llevaron, pero me extraña, es una medida un poco radical, ¿no? incluso para los habitantes de Cadaqués), yo les conocía a todos: el que decía que era la reencarnación de Dali, el que daba masajes (una vez obligué a mi pobre y santo hermano a dejarse dar un masaje de hombros en la plaza y se mareó y se puso malísimo), el que había estado en la cárcel y estaba lleno de tatuajes, la que llevaba plumas en el pelo y dormía en una especie de roca que tenía forma de cama, el yugoslavo rubio y silencioso que vendía la droga...y no conocía a casi ninguno de los pijos, y a los que sí conocía, a menudo hacía ver que no les conocía. También iba a cenar con los hippys al camping (que para mí era lo más exótico, misterioso y fascinante del mundo), no llegué a poner los pies en la famosa isla de los hippys de Port Lligat porque mi amiga Sarah era la encargada de ir y yo la esperaba en la orilla.
Anyway, todo este rollo es para que entendáis que soy hippy desde que nací en la Bonanova prácticamente. Hay una expresión inglesa que me gusta mucho, "to channel ones inner...", quiere decir algo así como "canalizar tu lo que sea interior". Os voy a decir como voy a canalizar este verano mi hippy interior. Sí, cada vez escribo y hablo peor, ya lo sé, creo que es debido a pasarme el día razonando con personas menores de 12 años y mayores de 75. Bueno, pues me voy a comprar -o voy a soñar que me compro, a no ser que quiera estar comiendo espaguetis y huevos fritos hasta el verano- el bolso de cuero hippy de Laurence Doligé de la foto y la maravillosa chaqueta hippy de Isabel Marant de la otra foto. ¿Qué os parece?
Y espero que a partir de ahora nadie se atreva a poner en duda mi hippismo.
Feliz semana.

11 comentarios:

  1. Mile,yo si que creo en tu alma hippy!Yo también tengo algo de ello.Por lo tanto,busca fecha y nos vamos a tu querido Cadaqués.
    El bolso me encanta!!!!Besos!!!Carolina.

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  2. Carolina:
    Tú sí que me entiendes.
    Sí, vamos a hacer el mono a Cadaqués.
    Besos.

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  3. hola,
    me encantan las dos cosas.
    besos muchos, Maria Carolina

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  4. Sabe alguien si Kim sigue borratajeando retratos por Cadaqués, a cambio de una cerveza?

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  5. ¿Tú también de la Bonanova? Por dios si yo vivía en la calle emancipación...niñez, adolescencia, juventud...Sesiones dobles en el cine bonanova de la calle bigai, sesiones en v.o. en el desaparecido cine Spring del paseo bonanova, la pastelería airó, el bar-ber-ro de mandri, montesquieu...caprabo...

    Tenía alma de hippy, al menos eso decía mi abuela cuando hace muchos años me dio por rasgar los tejanos antes de que hicieran de ello un buen leimotiv de venta, antes de que la diferencia entre el andrajoso natural y el del luxe estuviesen separados por un lois desgastado hasta los bajos y un dolce gabbana expresamente lavado, maltratado y con sus desgarros de diseño para darle el toque urbano a los de la visa platino...

    ¿Será por eso que mis jerseys de David Valls me duran hasta que se caen de mis armarios por el desgaste del roce? ¿Será porque encuentro en algún tipo de ropa vieja una especie de refugio del alma?

    La ropa buena, la ropa que dura, la ropa con la que nos identificamos no se harta nunca de estar con nosotros...no me canso...esa prenda especial que siempre está ahí...o esa otra prenda que un día perdí y nunca volví a encontrar...una bufanda de loewe regalo de dos queridas amigas que dejé en un asiento de los ferrocarriles en el trayecto provenza-dos torres y que desapareció, se esfumó, se fue a darle calor a otro. Siempre creí que no la olvidé. Fue ella la que se borró de mi memoria por alguna infidelidad de las mías. Olvidó mi cuello, su perfume, su calor.

    Yo no la olvido, a pesar del olvido.

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  6. Hola Elias: me suena Kim. Pero no creo que siga por allí, el pueblo ha cambiado mucho, aunque de repente la gente vuelve a aparecer.

    Hola Gil: ¡Yo vivía justo delante del cine Spring! Me muero de risa con tu obsesión por los jerseys de David Valls. Me los tienes que enseñar un día.

    Besos,

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  7. Qué desvirtuada está la palabra hippy! Me gusta tu blog pero lo siento, de hippy no tienes nada. Gustos carísimos, colegios elitistas (y yo también fui y para mis hijos me he tirado de cabeza a la pública para olvidar mi infancia en el lycée), y un consumismo compulsivo totalmente alejado de la esencia hippy (vivir con lo mínimo)...eso sí, es un placer leerte, escribes muy bien y aprovecho para felicitarte por tu espléndida traducción de Diario de un ama de casa desquiciada.
    Perdona por mi comentario pero las reivindicaciones hippies en pijos de la parte alta me sublevan! Júlia.

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  8. Querida Júlia:
    Muchísimas gracias por tu mensaje.
    La verdad es que sí, seguramente tengo poco de hippy, toda la entrada es una broma y una burla de mí. Pero si pudiese elegir haber sido joven en los 70 o en los 80, elegiría sin dudar los 70, y espero francamente que nuestros hijos tengan una juventud más setentera que la nuestra. Pero tampoco soy una pija...tal vez algún día te cuente por qué...
    Un beso.

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  9. Yo te las enseño cuando quieras, que las prendas gustan del café y la conversación. De momento ahí va una foto que hice para una entrada en mi blog...el color de la foto desvirtúa el delirio real de tonalidades...pero es un buen comienzo...;-)
    http://4.bp.blogspot.com/_VPxvM5OjkSk/TTXDrYPbFiI/AAAAAAAABIQ/LjwYLtrSiKQ/s1600/davd.JPG

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  10. Querido Gil:
    Muchas gracias. Pero no he logrado abrirlo...Sí, iremos a tomar un café y a hablar de ropa y de Karen Blixen.
    Besos.

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  11. buenos días...ahora sí podrás verlos...
    feliz jornada!
    http://gilfadjua.blogspot.com/2011/01/david-valls.html

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