jueves, 30 de abril de 2015

Seguir cantando a Sabina


Concierto de Sabina en el Palau Sant Jordi.
Después de dar mil vueltas para llegar hasta allí (tanto mi amiga como yo somos pueblerinas de ciudad lo que significa que apenas salimos de nuestro barrio y que hemos logrado convertirlo en un pueblo, ella lo recorre con un carrito de la compra con ruedas y yo con un capazo de paja agujereado que compré hace siglos en otro pueblo. Somos el colmo del estilo, vayamos donde vayamos, siempre parece que vamos al mercado, lugar que yo no piso jamás y que ella solo frecuenta los sábados para socializar). Finalmente, llegamos al Palau Sant Jordi, es imposible aparcar y acabamos dejando el coche en un parking remoto, una especie de descampado lleno de autobuses con una garita en la entrada y un anciano amable dando instrucciones a los fans de Sabina. El concierto, magnífico, acaba tarde y de vuelta al parking nos volvemos a perder, claro. Al llegar solo quedan unos autobuses abandonados en medio de la oscuridad y el viejecito adormilado. Mientras salimos, le digo a Natalia:
    -¿No te parece que este sitio da un poco de miedo? Tan lúgubre, tan desierto, con estos autobuses gigantes, es el típico sitio para un crimen espantoso.
    -Sí, realmente está muy oscuro, vamos, vamos.
   -Y estas avenidas desiertas, con tantos árboles para esconderse...
   -Conduce y calla -me dice ella.
En ese momento, veo a dos chicos haciendo autoestop.
   -Ui, esto sí que es peligroso -digo. Aminoro la marcha. Natalia no dice nada pero me mira abriendo mucho los ojos, que es como me suele mirar cuando digo tonterías (a menudo) o cuando estoy a punto de hacer alguna insensatez (muy a menudo).- Sería una locura pararse, ¿no?- añado.
Y me paro. Claro.
Son dos tíos de treinta y pico años que huelen a cerveza. Se sientan detrás entre los juguetes y los restos de merienda de mis hijos. Natalia me mira con los ojos más abiertos que nunca, pero como está muy bien educada, les sonríe y les da conversación mientras yo intento respirar por la boca. Nos dan las gracias un millón de veces por habernos parado y hablamos un poco del concierto, nos cuentan que son fans absolutos de Sabina. Y finalmente no nos asesinan y, como es lógico, empezamos a coquetear. Al llegar a Plaza de España, nos preguntan que qué hacemos, que a dónde vamos. Natalia les dice que a casa con nuestros hijos.
    -¿Y los maridos? -preguntan.
    -Fueron expulsados -respondo yo.
    -Ah -dicen ellos.
    -Bueno, yo ni llegué a tener. Tuve a mi hijo sola. -contesta Natalia.
   -Ah. Pues nosotros nos vamos al karaoke a seguir cantando a Sabina. ¿Queréis venir?
Miro a Natalia con cara de ilusión.
   -Mañana tengo que madrugar para ir al trabajo- dice.
Y los chicos se bajan en Plaza de España y desaparecen para siempre en medio de la noche.
    -¿Tú crees que nos estamos haciendo viejas? -le pregunto al quedarnos solas,- hace unos años nos hubiésemos ido al karaoke...
    -No, no lo creo.
Me mira sonriendo, abre las ventanas y enciende su iphone, empieza a sonar "Y nos dieron las diez" a toda castaña y nos ponemos a hacer los coros entre carcajadas.
   -¿Ves como nosotras también seguimos cantando a Sabina?
 



 

25 comentarios:

  1. Has vuelto como te fuiste, con elegancia, me alegra ver que has dejado de nuevo palabras en este lugar que ya está un poco fuera de los caminos...

    Por cierto, enhorabuena por tu libro.

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    1. Hola Elvira: gracias. Sí, me fui y he vuelto de la misma manera: sin demasiados aspavientos. Lo echaba de menos. Intentaré pasarme por aquí un par de veces a la semana. Un beso grande.

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  2. ¡Pero qué alegría tenerte de nuevo por estas tierras! Confieso que caí en el blog después de devorarme tu novela y, poquito a poco, me lo iba leyendo en las sobremesas de oficina, con los comentarios ingeniosos de Soldner, Luz o Gil como el que disfruta pegando la oreja a la conversación del vecino . Y ya andábamos por agosto de 2012, con esa niña rara y fasciante de HyM cuando me ha sorprendido la foto del concierto de Sabina y esos fans treintañeros en el asiento de atrás del coche.Tan divertida como siempre!! Un abrazo y ¡no dejes de escribir por favor!!,
    Cecilia

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    1. Hola Cecilia:
      Muchas gracias. Sí, eran divertidos mis antiguos compis, a ver si vuelven o si se añaden nuevos. Un besazo.

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  3. bien bien bien!!!!! que gran noticia! me lo paso teta leyéndote =)

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  4. Gracias a Sabina por su música y letras...yo sé por qué lo digo.

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  5. Qué sorpresa estupenda!
    Te esperaba 

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  6. David

    Vaya, no sabía que era un bloc resucitado tras una etapa letárgica. Pues me alegro de la resurrección porque tras leer tu historia post “Sabina in concert” estoy intuyendo una excelente escritora de narraciones cortas. Pàmies, Monzó y compañía, temblad!! Os puede salir una feroz competidora.

    Por cierto, estoy leyendo por segunda vez tu hermosa novela y descubriendo sensaciones nuevas que no aparecieron en mi primera lectura. Creo que habrá una tercera. Ah, y gracias por la dedicatoria el día de Sant Jordi.

    Salud

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    1. David! Muchas gracias a ti. Fue increíble que viniese tanta gente, me hizo mucha ilusión. Pàmies y Monzó son palabras mayores!!!! Un beso.

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    2. En relatos cortos es la mejor, sin duda!! Verónica

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    3. Creo sinceramente que lo mejor de Milena está por llegar. El camino está trazado y el futuro luce esplendoroso.

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    4. David: no sé, no sé, pero gracias!!!!! Un besote.

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  7. Un jueves que es viernes, parece que ha llegado el buen tiempo, mi terraza huele a jazmín, vuelves a tu blog... Hoy es un buen día...
    MT

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  8. qué bien tu retorno!!
    un buen final para una buena noche
    natalia=sofía?
    reto: pisar un mercado, ver los productos frescos de la estación, fruta, verdura.. y la pescadería... vale la pena
    a cambio, yo me reto a pisar un karaoke :)
    bsote

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  9. Hola Milena, entro un momento en tu blog para decirte que esta noche le he estado robando un par de horas al sueño porque me he enganchado con tu libro cuando las niñas dormían (el único momento del que dispongo para leer) y lo he pasado genial.
    Tu libro me llamó la atención, y pasó por delante de los cuatro que tengo en la mesa, porque soy de tu mismo año y de esa generación de la tolerancia blanda de la que hablas, además me lo recomendó Silvia Kohan y Francesc Miralles. En muchos de tus personajes he podido ver a algunos de mis amigos y clientes, a los hombres desorientados de más de cuatro decenios que se me derrumban en el despacho, hipotecados hasta la médula, profesional, personal, económica y emocionalmente.
    Era necesaria una obra que diera voz a nuestra generación, más allá de los padres del 68 y los jóvenes post-olímpicos.
    Felicidades.

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  10. Querida Milena corres muchos riesgos: imagina que hubieras aceptado ir al karaoke. No, tú ya tienes una imagen pública que hay que cuidar, o incluso peor, que hubieras coincidido allí con un cazatalentos, no sé, alguien de Sony o de la Tamla Motown (igual esta ya no existe) y la narrativa nacional hubiera perdido su nuevo valor, ahora que he vuelto a leer una novela, la tuya.
    Seamos serios; al próximo concierto ve en taxi.

    PS/ Me alegro mucho de que hayas activado el blog y tengamos el placer de leerte con frecuencia.

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    1. Soldner!!!!!!!!! Y qué bien que hayas vuelto tú!!!!!
      Un beso enorme.

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  11. Cómo me alegro de que hayas actualizado, tu blog me ha parecido genuino y se te echaba de menos...mucho... ojalá hubiese por ahí más gente como tú.

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  12. Hola Milena!!!
    Q alegría q hayas vuelto!!! Estuve en la firma d libros d Sant Jordi y cuando t comenté q había descubierto tu blog recientemente, me dijiste q pensabas volver pero no pensaba q fuese tan pronto y con tan gran tema. Yo también estuve en el concierto, tengo 40 años y sigo y seguiré cantando a Sabina!!!
    P.D.: Este finde lo tengo reservado para leer tu libro ;)

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  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  14. ¡Te has apiadado de nosotros!. ¡Has retomado tu blog!.

    MUCHAS GRACIAS.

    Un saludo.

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