miércoles, 7 de diciembre de 2011

¡Miau!

                                                  
El premio Milena al mejor escaparate navideño del año ha recaído en el de la fotografía que ilustra esta entrada. Cada viernes, almuerzo con mi amiga Elisenda en un restaurante argentino de barrio. Y después de comernos nuestra escalopa con patatas fritas y vino blanco, vamos de paseo. Y el otro día, de camino a Zara, nos topamos con esta maravilla. Solo fotografié un pedazo del escaparate, pero nada de lo que había allí tenía desperdicio. ¡El cartel de "Se aparta género"!!!!!! ¡La túnica de leopardo con el jersey negro de cuello cisne debajo para darle el toque distinguido y no resfriarse! ¡Los ojos del leopardo salpicados de cuentas centelleantes de strass (que no pude captar en la foto con el iphone)! Por desgracia, la tienda estaba cerrada y no pude entrar a besar los pies de la dueña, pero Elisenda y yo nos quedamos un buen rato fascinadas delante de aquel despliegue y decidimos concederle el premio al mejor escaparate del mundo. Y para acabar, un pequeño apunte sobre las camisetas con cabeza de felino incorporada: una cosa es lo sutil y sugerente y sexy que puede resultar sobre nosotras la réplica de la piel de un animal salvaje (la combinación de salvajada y suavidad siempre funciona) y otra, muy distinta, es plantificarse al animal itself encima. No, no y no. A partir de los 14 años, las camisetas deben ser lisas o a rayas (a no ser que tengáis la desgracia de estar en Disneyland; entonces, excepcionalmente, os podéis poner una de Mickey Mouse). Bueno, otro día hablaremos de las camisetas perfectas, un asunto muy complicado.
Feliz miércoles, queridos.

22 comentarios:

  1. Pues mira que es difícil conseguir un buen escaparate. El mejor que he visto, siempre, en una tienda de Reus. Difícil encontrar uno igual por aquí. Porque te puede atrapar una pieza, sí, pero es el conjunto lo que te llama la atención, y es el lugar, la combinación, la colocación del objeto lo que te lleva directamente hacia él...

    Será por eso que siempre que mis ojos han caído sobre ese escaparate, siempre he entrado en la tienda e invariablemente he salido siempre, también, con una bolsa y unas cuantas pesetas - y luego euros - menos en la cuenta...

    Una alegría tras un paseo de vez en cuando le da al cuerpo y a la mente otro tono.

    Todo un arte el escaparatismo.

    ResponderEliminar
  2. Querido Gilbert:
    Obviamente, todo mi texto es irónico. El escaparate del que hablo era un espanto total, pero de tan espantoso y desacomplejado, resultaba encantador y cándido. Era un escaparate de barrio, de los de antes de que hubiera escaparatistas y diseñadores de todo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Claro, también lo era mi comentario inicial sobre la dificultad de conseguir uno bueno ;-). Pero precisamente por eso daba pie tu texto a hablar sobre un tema que me parece interesante...El otro día vi un reportaje sobre una tienda donde la dueña - una propietaria china - requería los servicios de un escaparatista para poder darle otro tono - hortera, pero algo menos - a su negocio...

    ResponderEliminar
  4. Un buen escaparate es como una obra de arte, y me encantan los escaparates "importantes" (los de Londres, NY, etc, aquí casi no hay), pero también me divirtió este, me imaginé a la dueña montándolo, está bien recuperar la escala humana de vez en cuando.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Desde luego...a mí me llena de ternura - y lo escribo sin ironía alguna - que esa mujer intente darle color a su negocio para sacarlo adelante...en estos tiempos hay que hacer lo que sea para salvar un negocio...lo del cartel de "se aparta género" tiene muchas lecturas...

    No paro de ver tiendas cerradas...esta ciudad empieza a parecer un cementerio comercial...y cuando paso delante de comella y sigo viendo esa tienda cerrada con su 70 por ciento en letras gigantes ahí pegadas no puedo evitar sentir nostalgia de una parte de mi pasado...

    No hay que renunciar a la escala humana, desde luego que no...si se pierde esa escala te vas derechito a otra parte menos luminosa.

    Big kiss sweet lady!

    ResponderEliminar
  6. Pero que os pasa con la ironía?? jijiji. Está claro!!! Es un espanto de camiseta, pobre animalito. Y sí , Milena, sí... una cosa es el estampado felino y otra la foto de la cabeza del bicho en cuestión. Para mí un escaparate es como un bodegón... y muy pocos atrapan mi atención.
    Otra cosa: Yo también quiero una gran beso laaaaaaaaargo y dulce... sniffffffff. Cuando llegará? Me parece que los hombres también se están cerrando... como las tiendas. Bueno...Besitos a los dos y bona nit.Luz.

    ResponderEliminar
  7. Querida Luz:
    "Los hombres se están cerrando...como las tiendas". ¡Que frase tan genial! Estoy de acuerdo contigo.
    Los besos van y vienen, y vuelven. Don't worry.
    Un beso muy grande.

    ResponderEliminar
  8. Tienes una cita para cenar, y aparece ella con el leopardo. Pues inmediatamente esa mujer se convierte en una mujer inolvidable!. Y la cena también.

    Pero es un escaparate coherente: Alguien ha diseñado, producido, distribuido, y seguramente vendido esa prenda. Alguien que adivinó mercado para ese producto, alguien que conoce a las mujeres (a algunas).
    Por eso el letrero “se aparta género”.
    Se refiere a ellas.

    ResponderEliminar
  9. Si podéis explicar un poquito lo de que "los hombres están cerrando " os lo agradezco,necesito entender un poco a dos hijos que deben estar en ese proceso. Besos

    ResponderEliminar
  10. Dijo la que tenia un vestido con cabezas de leon! !!de leon¡¡

    Guay, que tienda es, me encantan las boutiques de barrio!

    ResponderEliminar
  11. Ja, ja, Soldner! Te echábamos de menos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Querido anónimo:
    Los hijos nunca se cierran, es nuestra obligación de madre que no lo hagan...
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  13. Hola anónimo:
    ¡Es verdad! ¡Me había olvidado del vestido de leones!!!!!
    La tienda está en Santaló, tocando a Travesera de Gracia, si no recuerdo mal.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  14. ¿Aparece ella vestida de leopardo? Pero bueno! Si lo mejor que le puede pasar a un hombre es que seamos leopardas, que mucho hablar, mucho maullar y bien poco rugir...mucha melena, mucho sansonite, mucho león pero luego os quedáis...

    ¡con veintidós dándole al balón! (claro que yo también si los que le dan a la pelota merecen la pena. Una se regala la vista y las antenas que como está el patio de luces de oscuro mejor alegrarse los ojos).

    Nosotras no somos el género, aunque muchos nos aparten como si lo fuéramos...Si es que no tenéis ni idea de cómo se seduce a una mujer - a las genéricas, probablemente, pero a las que merecen la pena, vamos, ni idea -...

    ResponderEliminar
  15. Yo, que soy generoso, te he situado entre las que merecen la pena en lugar de las genéricas como los medicamentos. Para que veas.
    Entonces, danos pistas por favor de cómo seduciros; tú tienes que saberlo.
    Con afecto.
    J.

    ResponderEliminar
  16. Te preguntaba lo de los hijos porque yo soy bastante mala para ese oficio y quería pistas.Gracias de todas formas.

    ResponderEliminar
  17. Ya. Pero esto es un blog de moda, y yo no soy nadie para dar consejos sobre cómo ser madre. En cualquier caso, no yo no lo considero un oficio, si no más bien una vocación. Mucha suerte, y gracias por leerme.

    ResponderEliminar
  18. ¿Generoso? Insistes demasiado en tus - supuestas - virtudes, Soldner. Mal síntoma. Signo de inseguridad, y, desde luego, multiplica tu capacidad de seducción por cero. Pero todavía estás a tiempo si estás cansado de las genéricas. Eso por lo de ser "generoso". No me guardas rencor ¿verdad? Dime que no y ya tienes el primer punto ( reconocer un error= ser humilde ).

    Un punto canalla suele gustarnos, aunque pocos sabéis dosificarlo. Digo ser un punto canalla, no un "puto" canalla.

    Un hombre atractivo no necesita hacer otra cosa que ser él mismo. Ser natural, sencillo - que no simple -, inteligente - que no listillo -, seguro de sí mismo - que no prepotente -, con sentido del humor. No es un cliché: no hay nada más aburrido que un hombre que no sepa hacerte reír -. Hay gente sosa por el mundo, si te toca uno es que no has sabido escoger bien, o que ibas muy necesitada, o que te equivocaste de fachada o edificio.

    Imaginativo, luego capaz de sorprenderte. A mí no me sedujo uno que me regaló un carísimo ramo de rosas un día fijo del calendario. A mí me sedujo aquel que un día me despertó con un caramelo en forma de rosa y un beso.

    ¿Sigo?

    Pulcro, bien educado, elegante en las formas con toques de pillo, con ganas de jugar. Buen bailarín - lo peor es un hombre que no es capaz de bailar, da igual que no sepa, pero un hombre que no se lanza a la pista y se dedica a hacer de mirón me pone nerviosa en el peor de los sentidos. No os imagináis hasta qué punto seduce a una mujer ver a un hombre que baila con ella. Fíjate en los palomos cómo cortejan a las palomas. Baile, mi niño, baile. El baile es una herramienta de seducción de primera.

    Buen conversador, culto, divertido, que no presume de nada, ni de lo que hace de maravilla - hay cosas y actos que hablan por sí solos, no hace falta palabrería, sino hechos -.

    Y si no me he explicado lo suficiente, échale un vistazo a "cuando harry encontró a sally". En realidad la seducción no entiende de sexos. La seducción es encuentro, es juego, es guiño, es atracción. Puede ser un "flash", pero en mi caso suele ser algo más mediato.

    Y no menciono lo de "guapo", porque es algo totalmente subjetivo, dentro de unos mínimos. He conocido gente muy guapa a nivel general sin un solo gramo de atractivo.

    Porque sí: supongo que todas buscamos algo más que una noche, que también viene bien de vez en cuando cuando una no encuentra lo que busca o espera.

    Abandonan los viejos clichés, J., y observa.

    También con afecto.

    ResponderEliminar
  19. Querida Mantis:
    Yo creo que deberías empezar tu propio blog. Seguro que sería apasionante.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  20. Por otro lado, Mantis, en tu caso, me parece un ejercicio altamente peligroso generalizar sobre lo que las mujeres queremos de los hombres.
    Besos.

    ResponderEliminar
  21. Al final las personas suelen saber lo que quieren, más allá del simple deseo. Si no lo saben, con el tiempo lo descubren. Y si no lo descubren al menos pueden contentarse con saber lo que no quieren. Pero eso no es exclusivo de las mujeres, querida mía. Es patrimonio de la Humanidad (o debería serlo, mejor nos irían las cosas a todos, mujeres, hombres y animales).

    Pero insisto, si una sabe lo que no quiere, el camino se despeja con amplitud, lo que tampoco quiere decir que el océano dé los peces que una busca.

    Ya se sabe que los lenguados son de carne firme y exquisita, pero suelen arrastrarse por los fondos marinos. Y hay que mojarse un poco para conseguir lo que una quiere.

    Besos

    ResponderEliminar
  22. Uff, Mantis cuanta tarea!!, no sé si merece la pena tanto esfuerzo.
    Además lo del palomo no lo veo.
    Besos

    ResponderEliminar