miércoles, 16 de noviembre de 2011

La litri

Además de ser un poco macarra en mis ratos libres, también soy una cursi (sí, tal vez sea una combinación extraña, pero ya sabéis que todos somos muchos). De pequeña, todos los hijos de los amigos de mi madre eran chicos, y mientras ellos construían naves espaciales para ir a la luna en el salón de Cadaqués, yo les observaba desde un rincón, mientras vestía y desvestía a mis muñecas y elucubraba trastadas para fastidiarles (siempre conseguía que les castigaran...). Una vez que intenté jugar a pilla pilla con ellos, Oscar (que estaba en mi equipo) me dio una palmada en la mano (la señal de que tenía que salir disparada) y me rompió el meñique. Me pusieron el apodo de "la fifilonga", fifi para abreviar.  "¡Fifi, eres una fifi!" me decían. Por otro lado, mi tata me llamaba "la litri"(que quería decir lo mismo), mientras me cosía camisones maravillosos llenos de lazos y encaje. Así que es logiquísimo que me gusten estos zapatos de charol rosa. ¿No?

9 comentarios:

  1. Miu Miu tuyo tuyo Miu Miu rosa miu...totales...por cierto acabo de ver un bolso a juego "mui" "miu miu" porque es MIU MIU estupendo..

    De pequeño, tenía amigos, amigas, conocidos/as y alguna niña que me cogía siempre el columpio en munner.

    Reconozco que a los cuatro años uno no tiene demasiado entendimiento - a veces dudo seriamente que lo tenga ahora -. Así que cuando quería algo, lo quería y punto. Niño malcriado - mejor dicho, niño bien criado que no hacía caso poniendo cara de angelito - tengo que colgar la foto prometida de mis cuatro años...nadie se imaginaba el damien que llevaba dentro...

    Pues eso: que quería el columpio de munner, que a la hora del recreo tenía que ser "mi columpio". Un encanto de niña llamada Montse Ferrer - si me lees en algún sitio, Montse, te pido perdón de rodillas - era la que ese día ocupaba el columpio. Le dije "bájate". Me dijo "no que me columpio". Le repetí "bájate". Me negó con la cabeza.

    No tuvo que negar tres veces como Pedro...así que mi pie le dio una patada en la espinilla tan fuerte que no es que se bajase del columpio, es que perdió el equilibrio del dolor y se cayó al suelo.

    Por supuesto fui reprendido y castigado severamente - y merecidamente - por Madame Bonhora o la Contreras - no recuerdo ahora -...

    No me pusieron ningún apodo - "cid pateador" no habría estado mal -...pero ese día aprendí que esa no era la vía...así que con la edad busqué otros caminos, aunque la chispa del aprendizaje se viera reflejada como un cardenal en la espinilla de Montse Ferrer.

    Será por eso por lo que me gustan tanto los zapatos...(je sais, rapprochement d'une platitude sidérale, pero bueno...cuando veo los zegna que me llevan y me traen sé que nunca soltaría una patada con ellos...ni con ellos, ni con ninguno...).

    kiss

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  2. Mi madre también me hacia camisones con lazos y encajes, preciosos en aquella época, tal vez por eso ahora duermo con una camiseta grande de mi último ex y con pantalones de pijama de hombre. Eso en invierno, claro... Nunca he soportado los pijamas de chica con ositos, gatitos y todas esas cosas estampadas. ¡¡¡Pero esos zapatos!!!... parecen de caramelo. Para nada es loquísimo que te gusten!!! Parecen de caramelo. Tal como está tomada la foto tienen la textura de nube de azúcar. Bona nit. Luz.

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  3. Ahh provocadora. Que la tata la llenaba de lazos y encaje dice. La tata.
    ¿Atzavara?
    Por entonces yo me dedicaba a levantarles las novias a tus amigos mientras me preparaba para dirigir las empresas de sus padres.
    Sin resentimiento, eh. Todo lo contrario: absoluta debilidad por ellas, por tí..

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  4. Y los zapatos de charol rosa, preciosos.
    Hasta pronto!

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  5. Soldner:
    Es normal, yo también tengo debilidad por mí...
    Muchos besos.

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  6. Gilbert:
    ¡Oh, pobre niña! Que historia tan buena. ¡Vaya carácter!
    "Raprochement d'une platitude sidérale": genial.
    Un beso grande.

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  7. Hola Luz, guapa:
    ¡Qué bien que te gusten! Había quedado un poco preocupada con el asunto del bolso de flecos...
    Sí, son unos zapatos un poco "regreso a la infancia", los zapatos con que sueñan todas las niñas, rosas, tacón, etc...
    Besos.

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  8. Jajaja, buenisimo, no has entrado al trapo tras mi alegato tipo Juan Marsé chicopobrequeasciendesocialmente pero que nunca pertenecera a las 400 familias. No he resistido a contestar,lo hago desde el aeropuerto. Besos

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  9. Yo solo quiero divertirme y que mis hijos sean felices, las 400 familias me importan un rábano.
    Buen viaje y besos.

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