lunes, 7 de noviembre de 2011

La braga


Hace 150 años, tuve un novio motorista. Para mí, lo más memorable de la relación, fue el día en que exclamó: "Mierda, me he olvidado la braga, ¡y con la rasca que hace hoy!" Primero fingí que no le había oído (una buena técnica que empecé a utilizar en la adolescencia con los novios, y que hoy en día utilizo, con gran éxito, con mis hijos y mi madre), pero al cabo de un rato, pudo más la curiosidad, y le pregunté, con cierta aprensión: "¿Qué es eso que has dicho que te has olvidado?" Entonces me contó que una braga era el cuello de tejido anti viento y anti no sé qué, que se ponían los motoristas para protegerse el cuello e incluso la nariz, una especie de bufanda cosida por los extremos que se pasa por la cabeza.
Pues bien, esa prenda de nombre tan inadecuado e innombrable, ha pasado al mundo de la moda. Y me gusta. Mucho. Es una de esas prendas con las que se puede jugar. Conserva el aire sexy de algunos motoristas "on the go", permite estar tapada y destapada a la vez (se puede poner encima de una camiseta o de algo muy liviano), permite jugar con el pelo, se desparrama un poco, se puede subir más o menos, incluso de puede convertir en una capucha (me pirran las capuchas, yo soy como Caperucita, pero en lista). En fin, que necesito una braga. Ya.

4 comentarios:

  1. La única braga que probó mi cuello fue un espanto del ejército español que picaba Horrorosamente...cosas de la mili...la odiaba pero a según qué temperaturas no quedaba otra opción.

    También conocí a alguien con braga, no siendo motorista...y ciertamente sexy era, por la braga, por el resto, claro...pero todo ayuda.
    Todo lo bueno, quiero decir.

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  2. Hoy he visto a varios tíos por la calle que la llevaban. Me gusta, me gusta.

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  3. El nombre es infame: la braga.
    Tengo moto, tengo braga, pero prefiero pañuelo, y si hace mucho frío cojo el coche.
    La llevé por obligación (y necesidad) en el ejército (español, claro) y era muy desagradable.
    ¿Se ha puesto de moda?, que curioso. A los tíos que has visto seguro que además meterán el pantalón por sus botas... y parecerán el Principe Valiente.
    En cambio a la de la foto le queda bien, pero estaría igual si no la llevara.
    Besos

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  4. Querido Soldner:
    Es que los príncipes valientes son lo único que me interesa, más valientes que príncipes, a ser posible.
    Tu última frase es cierta y muy interesante.
    Un beso.

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