lunes, 23 de mayo de 2011

¿Por qué los hombres no son como los vestidos de YSL?

A partir de cierta edad (yo ya he llegado, tengo mucha práctica, mi madre siempre cuenta como con tres años, cuando ella abría mi armario de ropa, yo empezaba a dar palmadas y saltos de entusiasmo...) sabemos lo que nos queda bien, sabemos incluso lo que les queda bien a nuestras amigas, a nuestras madres, a nuestros novios (yo estoy siempre dispuesta y encantada de ir a comprar ropa con todo el mundo, para todo el mundo). Me compro casi toda la ropa por internet y el margen de error es bajísimo, veo una prenda y sé como me va a quedar, y reconozco el potencial de felicidad que tiene. Y con la ropa (como con los hombres y otras cosas que se les parecen) la clave es el potencial de felicidad. Todos sabemos que una camiseta de Zara tiene pocas posibilidades de durar más de una temporada (aunque puede pasar) y que una americana de Stella McCartney la heredará nuestra hija.  Entonces, ¿por qué seguimos comprando camisetas de Zara? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? La extraordinaria Carla Bruni dice en una de sus canciones: "el amor no es una prenda de Saint Laurent, el amor no queda perfecto". Y si algunas de nosotras no llevaríamos por nada del mundo una chaqueta mal cortada, ¿por qué llevamos a veces hombres tan mal cortados? ¿O simplemente hombres que no nos quedan bien, que no nos van como un guante? Por amor (y por otras cosas que se le parecen). Habría que saber elegir los hombres como elegimos la ropa. Lo cual para las mega enamoradizas como yo no es tarea sencilla. Bueno, yo creo que hay tres opciones: o llevar un hombre al lado que incluso vestidas de Zara nos haga sentir como un vestido de YSL, o llevar un hombre al lado que sea él mismo un vestido de YSL, o ir ahora mismo a Paseo de Gracia a comprar  algo de YSL (aunque solo sea un perfume... su Rive Gauche es una obra maestra absoluta). Así que vosotros sabréis. Y con este paralelismo tan complejo y profundo, me despido. La foto, Gregory Peck, un Rolls Royce.
Feliz lunes, queridos.

5 comentarios:

  1. ... Es más sencillo de lo que crees. Si uno sabe exactamente aquello que no quiere, no hay dudas, ni desencantos, ni sufrimientos. La prenda se queda colgada de una percha o en un estante esperando al/a la incauto/ a de turno que proyecte en ella sus ideas poco claras. Igual pasa con los amores y la gente. Colores y formas.
    Y sí: hay una cuarta opción. Aquella que consiste en vestirse de SYM sin importar lo que digan.
    PS: "quelqu'un m'a dit" forma parte de la banda sonora de mi vida, al igual que YSL Rive Gauche... Le parfum de ma mère, ce qui veut dire le parfum de mon enfance.

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  2. Hola Gil:
    ¿Qué es SYM?
    Carla Bruni me gusta mucho, no es una gran cantante pero comparto muchas de las cosas que dice en sus letras, y como mujer me gusta mucho. Rive Gauche, quelle merveille!!!!

    Besos.

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  3. Hola Milena:
    a propósito de tu post podría ir la contra de LV de hoy, de la que me quedo con "más que buscar lo que quieres, hay que tratar de evitar lo que no quieres".
    Quizá así acertemos un poco más y descartemos la camiseta de ZARA... a no ser que lo que se pretende sea que dure una temporada...
    Un YSL por el contratio es para toda la vida!
    Gracias por tu blog!

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  4. Querida Milena,
    Me encanta esta entrada, eres genial.
    Besos muchos, Maria Carolina

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