lunes, 16 de mayo de 2011

¿Dónde están los hombres apuestos y distinguidos?




No es por nada, y desde luego no es una queja, ya que a mí personalmente me gustan los hombres bastante animales, pero el otro día, mirando un libro de fotografías antiguas, me di cuenta de que hay un tipo de hombre en vías de extinción, o que tal vez incluso ya haya desaparecido de la faz de la tierra: el hombre apuesto y distinguido. Ahora los hombres son como nosotras: guapos, sexys, etc. ¡Vaya rollo! Seguramente es culpa de la revolución sexual de los años 60 (cuyos logros, por desgracia, se han diluido muchísimo, esperemos que nuestros hijos la vuelvan a hacer...) y de la historieta que no sé qué chalado (o chalada) se inventó sobre la importancia de la parte femenina de los hombres. Bueno, chicos, tengo una noticia para vosotros: vuestra parte femenina no nos interesa, no, no, no, para eso ya tenemos a nuestras amigas, que además nos acompañan de compras. Lo único que nos importa es que no nos dejéis llorar. Lo que de verdad nos gustaría (y en eso todas mis compinches están de acuerdo) es que los hombres fuesen apuestos y distinguidos en todas partes menos en una. Bueno, he elegido unas cuantas fotos de hombres apuestos y distinguidos. A ver si hacemos un esfuercito y las interiorizamos (como dice mi profesor de yoga) y nos inspiran un poco. La del niño la voy a enmarcar para el cuarto de mis hijos, creo que se la pondré al lado del poster de Messi.
Feliz lunes, pequeñuelos.  

4 comentarios:

  1. El problema, el gran problema, el grave problema es que los hombres (algunos) lo entendemos (entienden) todo al revés.

    Si te ven llorar, te dan una caja de kleenex (en el mejor de los casos).
    Si te ven reír, no lo entienden, o entienden que les estás tomando el pelo (en el mejor de los casos también, mejor no mentar temas capilares)

    Y si te ven llorar de risa, todavía lo entienden menos, hasta que entienden que sobran, pero que sobran enteros y verdaderos.

    Se quedan así, petrificados, con cara de celofán, como si fueran una fruta recogida antes de tiempo, verde, inmadura, tiesa.

    Mi pantera me sugiere que aprenda un poco de ella, animal, apuesta y distinguida.

    Le digo que no me venga con esas, que como se ponga insolente le cambio el pienso distinguido que le pongo por uno más animal, más de batalla, menos exclusivo, más catpopular, menos aristogato.
    Se pone melosa…pero ahí sí cumplo el requisito esencial: no la dejo llorar. Nunca. Tampoco ríe, pero cuando se pasea entre mis piernas con el rabo en alto, sé hasta qué punto cumplo con los requisitos de masculinidad que una pantera negra de ojos verdes exige.

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  2. Dos verdades como puños, la de que a mis amigos les pido que no me dejen llorar. Y la de que los hombres, apuestos y distinguidos en todas partes menos en una. ¡Te superas!

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  3. ¡¡Ja, ja, ja!! Al lado del poster de Messi... Tú sí que sabes... Redonda la entrada.

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  4. Hola Gil: ¡Catpopular! Genial!!!!!!!!!!!

    Hola Supernova Olga: nunca hay que dejar llorar a nadie, ¿no? Y los hombres apuestos y distinguidos casi en todas partes...ejem...sí.

    Hola Marta: Gracias. Encuentro que Messi es bastante apuesto y distinguido, al menos en el campo de fútbol.

    Besos.

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