miércoles, 12 de enero de 2011

Entrar en el armario

Coger la camisa blanca de nuestro novio y que nos quede perfecta es un mito de nuestro tiempo (que levante el dedo la chica que haya salido de casa alguna vez con la camisa de su novio puesta), las camisas de hombre solo les suelen quedar bien a los hombres (o a las mujeres de más de metro ochenta con torsos y hombros de adolescente masculino). Sin embargo, me gusta mucho más la ropa de hombre que la de mujer. Me gusta que los hombres en general se compren durante toda su vida la misma ropa, me gusta que solo acepten cambiar si siguen siendo (y sintiéndose) ellos mismos, y me gusta sobre todo que no lo sepan, que simplemente lo hagan. Me pregunto a menudo qué significa el hecho de que nuestro armario se parezca cada vez más al de ellos cuando en teoría el ámbito de la ropa, de la moda, es el nuestro. Creo que, a veces, la ropa de las mujeres más elegantes originalmente es (o era) de sexo masculino. Y sin embargo no me gustan las mujeres vestidas de hombre, el famoso smoking the Marlene Dietrich siempre me ha parecido un disfraz, con él Marlene parecía un travesti disfrazado de hombre (normalmente solo parecía un travesti). Que conste que me gusta mucho Marlene Dietrich, me gustan las mujeres a capas, las mujeres que parecen no haber necesitado nunca ser gatitas, las mujeres -y los hombres y las cosas- que dan un poco de vértigo y de ganas de vomitar, que nos obligan a asomarnos. El maravilloso smoking de YSL, en cambio, nada tiene que ver con el smoking masculino, solo la idea -y la idea del smoking, como la idea del traje -Beau Brummell, principios del siglo XIX, Inglaterra-, es una idea brillante. En fin, creo que esto es solo el principio, hemos entrado en el vestidor de los hombres, pero seguimos en el umbral, la verdadera aventura será entrar hasta el fondo... y no salir con una camisa blanca.

4 comentarios:

  1. ¿Entrar en el armario? No, que una vez fuera de él sólo abro las puertas, miro las camisas, miro la ropa, los jerseys que me fascinan - oh mi último David Valls, ¿dónde te fuiste David Valls? Tu tienda garaje como la llamaba que tenías en la calle Valencia desapareció, y tú con ella...tu punto, tu ropa diferente que siempre me enamoraba, tu ropa que conservo como esas prendas que se resisten a envejecer como si supieran que pertenecen a la última generación sin posibilidad de recambio y se aferran a la vida de mi cuerpo, en invierno, en verano, en primavera y en otoño -.
    Los armarios chillan en silencio. Siempre lo hacen. Desprecian verse despojados de sus prendas favoritas aunque sea por unas horas. Me desprecian porque no les dejo respirar. Me agradecen las bolsitas con lavanda de la Provence que dejo caer cada año. Me sonríen cuando traigo una nueva inquilina, una nueva prenda. ¿Cómo te llamas? ¿Yo, me llamo Zegna, y aunque vengo rebajada sigo siendo muy digna, hecha en italia...y tú? Yo me llamo Mirto y soy de aquí, fiel y segura.
    Me gusta creer que las prendas hablan entre ellas, cuchichean, susurran, se intercambian notas secretas de próximas citas...A veces pienso que las combinaciones que creo elegir no me pertenecen...Ellas conspiran cuando duermo y depositan en mi cabeza la idea de qué prendas decidiré ponerme cada día. Lo que creo un acto reflejo es, en realidad, un acto dirigido.
    Yo las elegí en los escaparates, en las tiendas. A partir de ahí ellas decidieron tomar el mando porque hicieron de mi armario su palacio y señorío.

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  2. Gil:
    Sí, la ropa habla, claro. La mía debe estar muerta de aburrimiento...llevo tres meses con tejanos y un tabardo gris...
    Y, ¿de verdad David Valls era tan bueno? Nunca me miré con calma lo de hombre... ¿Y sabes qué pasó con él?
    Un abrazo,

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  3. David Valls era irregular...altos y bajos...y yo tuve la suerte de quedarme con varios de sus altos...o sea, la excelencia en el punto, la originalidad en el diseño...la différence, quoi...Desapareció...y ahora mismo acabo de comprobar que dicen que resucitó a mediados del pasado año...y yo sin enterarme...
    http://www.modaes.es/empresa/060710/la-desaparecida-marca-david-valls-resucita-en-plen

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  4. en realidad Milena Busquets estas en lo cierto hay mas tendencia de que las mujeres usen la ropa de hombre que los hombre usen la de las mujeres, yo pienso son esto se debe a que las ropas de nosotros los hombre es algo como poco identificativo de masculinidad sino un estilo que pasa sin ningun problema en la socieda pero que en realidad no es de nosotros por completo
    camisas hombre

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