martes, 18 de enero de 2011

El dilema

Tengo un gran dilema. Ya me he gastado todo el presupuesto de las rebajas (ja, ja, ja, oigo desde aquí las carcajadas de mi madre que sabe que no he hecho un presupuesto en mi vida para nada -hay personas que lo hacen para todo- "y así te va, pequeña" añadiría mi madre. Una pincelada sobre mi inefable madre: el otro día, observando muy seria a mi hijo pequeño, de repente me dijo: "Me parece que has tenido a un ser pensante... lo cual es bastante raro"). Bueno, volviendo a mi problema actual, es cierto que ya he ido de rebajas y me he comprado: una chaqueta negra, una camisa de seda gris, una camisa de seda negra, un pantalón de seda morado y negro (creo que haré una entrada sobre la seda,  que tal vez sea, más que ningún otro material, la extensión de nuestra piel), un vestido verde oscuro de inspiración rusa con bordados en cuello y puños, y ya está. ¡Ah, me olvidaba! Mientras iba de rebajas se me fueron los ojos hacia un vestido de algodón gris oscuro de la nueva temporada y bueno, lo tuve que comprar también. He pensado en hacer unas fotos para que veáis mis maravillosas compras pero la tapicería del sofá donde hago las fotos está llena de manchas de nocilla (espero que sea nocilla) y he pensado que no sería muy glamouroso. Bueno, pues el sábado, después de comprarle un chaleco a mi hijo, subí al piso de arriba de la tienda y vi una maravillosa bufanda fucsia -el fucsia es uno de mis colores favoritos, es como un latigazo, ver foto de Mariacarla Boscono con Riccardo Tisci- de cashmere y seda, enorme, delgadísima, magnífica y que solo estaba rebajada un 20%. Y ahora cada cinco minutos se me aparece la bufanda. No sé qué hacer. He pensado que tal vez la solución sea comprar dos, una para mí y una para mi amiga X. Así no estaré siendo una loca consumista tarada, si no una buena y generosa amiga. Y de paso tendré mi bufanda. Creo que es un buen plan, sí. Eso de ser un ser pensante es genial.

3 comentarios:

  1. Querida Mile, si la amiga soy yo me parece un buen plan, PERO hay uno mejor, definitivo. Compra una para ti y una para el Ser Pensante. Matarás dos pájaros de un tiro. El Ser no se costipará y no tendrá que quedarse en casa los lunes de cole. Y, muy importante, cada vez que tengas mala conciencia por haberte gastado el dinero de los yogurs (para la Nocilla siempre hay presepuesto) en seda, ÉL te recordará lo felices y elegantes que estáis los dos.
    Cómpratela y que piensen los otros!

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  2. Querida Clara:
    Como siempre, tú solución es la mejor.
    ¡Qué alegría me has dado! Te echaba de menos...
    Un beso muy grande.

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