No sé que me ha pasado estos días que una vez comprados todos los regalos y besados todos los seres queridos (6, soy afortunada) y antes de que empiecen las rebajas (que para alguien como yo son muy "time consuming"), me he puesto a pensar en asuntos más serios que de costumbre. Creo que se está acabando una forma de consumir y producir y vender cultura (o basura, depende de los casos) y tal vez estaría bien dejar de rasgarse las vestiduras y de desgañitarse y empezar a imaginar cómo puede ser el futuro, porque lo que está claro es que no será como el pasado, por muchas leyes que se hagan. Para pensar lo mejor es levantarse de la silla que uno ocupa en el mundo. Celebrar la llegada, el paso de otro año es un poco eso, ¿no? Aceptar el tránsito, el movimiento, la posibilidad de que todo cambie, de que todo se vaya a la mierda, de empezar de nuevo también. Negar una vez más -aunque solo sea de momento- una de mis frases favoritas de la literatura: "La vida ha pasado y es como si yo no la hubiera vivido". Estoy impaciente por ver lo que pasará en 2011, aunque no sea muy bueno, aunque no vaya en la dirección planeada, me conformo con que sea una buena patada en el culo que no me permita quedarme sentada demasiado rato. Y si además me puedo comprar un bolso de Jérome Dreyfuss, un par de vestidos de APC, una chaqueta de Brora y una pulsera de Pamela Love, pues mejor.
Feliz año, amigos.
Olé!
ResponderEliminarsi si mirar para adelante, si puede se con ropita nueva.
ResponderEliminarMe encanta leerte y aún mas verte.
Besos millones, Maria Carolina.
Feliz feliz año...empezar el año nuevo sin enterarse es el colmo del mal comienzo...o mejor verlo como lo veo yo: es empezar BIEN de verdad, como todas las casualidades, como todos los hechos inesperados, como todos los tropiezos con alguna piedra que te detiene en un momento preciso antes de que fueras a cruzar una calle donde un vehículo conducido por un borracho se saltó el semáforo en rojo y te habría llevado por delante no ya al año nuevo, sino a la otra dimensión...
ResponderEliminarAceptar el tránsito, desde luego...soy de los paseantes que a veces sale sin un rumbo fijo hacia algún lugar e inesperadamente cambia de dirección, de calle, de sitio, entro en un café y me tomo un cortado inesperado, tomo fotos también inesperadas, imposibles, momentos y lugares que están ahí esperando, siempre pacientes, sin ser los mismos...la luz cambia, las tonalidades también, al igual que las gentes que pueblan el marco donde se pasea tu mirada...
Y sí: desde luego que sí merece la pena dejarse llevar por alguna prenda que exhibe orgullosa su etiqueta de -40%, las que sobran para los que tenemos talla 38 - oh la sílfide que recuperó las líneas del pasado - y que te invita a que la rescates de las estanterías, de los maniquíes inanimados que sólo las exhiben en lugar de hacerlas respirar y otorgarles esa vida que también necesitan....
porque empezar el año cuando todos tocan no mola, y hacerlo a destiempo indica hasta qué punto un minuto puede valer por toda una vida...de año nuevo...
Hoy he visto unas zapatillas rojas muy desgastadas bajo una chica de porte inquieto que paseaba placidamente. También he visto unas zapatillas nuevas, negras con florecillas blancas, protegidas sobre los pedales de una bicicleta que transportaba una ciclista que miraba hacia atrás. He pensado en pedirte que si, de rebajas, encuentras unas zapatillas alegres y cómodas me avises para que pueda contemplar a fin de año sus mejillas sonrosadas mientras paseo tranquilamente hacia el tiempo que venga.
ResponderEliminarQuerida Carolina: Me gustó mucho verte también. A ver si repetimos pronto.
ResponderEliminarHola Gil:
ResponderEliminarMe encanta tu comentario. Muchas gracias.
Un beso.
Teresa guapa:
ResponderEliminarYo ya no voy de rebajas por la ciudad, solo por internet...Pero si veo unas zapatillas alegres y cómodas como tú, te avisaré.
Yo también quiero pasear tranquilamente hacia el tiempo que venga.
Petons.